
La comisión de Juventud daba luz verde a una iniciativa, que ya se ha materializado en ciudades como Zaragoza. Los espacios disponibles son un muro de hormigón de unos 75 metros que forma una especie de U entre las calles el Puy y Navarrería. Y otro, de unos 68 metros, de propiedad municipal, ubicado en la calle Bell-Viste frente a la sede de la Mancomunidad de Montejurra.
Las autorizaciones se concederán con agilidad, previa instancia que recoja los datos personales y una idea de lo que se quiere pintar. El concejal de Servicios, Jorge Crespo, indicaba que el único requisito que se exige es que sean murales “que no resulten ofensivos para la sociedad”. De lo contrario, no se dará permiso y se borrarán con la correspondiente sanción si se realizan.
Los murales permanecerán un mínimo de cuatro meses. Si hay mucha demanda se irán cambiando, pero en caso contrario, podrán estar incluso más tiempo.