Llegó a Boston junto a su mujer hace apenas seis meses para formar parte del equipo de análisis computacionales de genomas humanos en el prestigioso Instituto Dana Farber contra el Cáncer, de la Universidad de Harvard. Allí han comenzado una nueva vida, de la que destacan la realización profesional y el acceso a nuevas experiencias vitales.
Ingeniero informático, doctor en Biología e investigador en Estados Unidos, ¿ha costado recorrer el camino?
¡Buff! Como decía mi abuela: “¿Pero no acabas de estudiar nunca?”. Me ha costado tiempo y esfuerzo, sí, pero he tenido la suerte de haber hecho lo que me gusta. Además, cada vez que daba un paso más en mis estudios creía que era el último y eso lo ha hecho más llevadero.
¿Cómo surgió tu relación laboral con el Dana Farber?
Hice mi tesis en un laboratorio donde habían tenido durante años unas muestras de pacientes con cáncer de colon que no podían estudiar por falta de metodología. Por eso, una buena parte de mi tesis consistió en desarrollar métodos específicos para el análisis de datos provenientes de muestras tumorales. En este tiempo surgió mi pasión por el estudio del cáncer. Sin embargo, una vez terminados mi mujer y yo nuestros estudios, las oportunidades para los dos eran muy limitadas en España, teníamos que buscar ciudades grandes, con cierto porcentaje de hispanohablantes y con institutos reconocidos en el campo del cáncer. Desde España envié curriculums al Dana Farber y a otro centro en San Francisco, con la suerte de que me contestaron del primero. Todo esto fue seis meses antes de venir y tres antes de terminar la tesis. Tenía que hacerlo con tiempo porque no sabía cuánto tardaría en encontrar trabajo y porque obtener el visado a Estados Unidos requiere su tiempo y papeleo.
¿Qué posibilidades tiene un investigador en España? ¿Existe alternativa a salir fuera?
Hay pocas. La financiación es escasa y nuestras universidades no se mueven por los méritos tanto como deberían. La alternativa es pasarse al sector privado, pero tampoco ahí se invierte lo suficiente en investigación.
¿Es EE.UU. el país de las oportunidades?
Desgraciadamente, lo es sólo para gente muy formada o de clase alta, pero los americanos son especialistas en vender sueños. En realidad, Estados Unidos es uno de los países desarrollados con mayor desigualdad y menor movilidad social.
¿En qué consiste tu proyecto en el Instituto Dana Farber?
Analizo datos genéticos de pacientes con cáncer, con el objetivo de conocer mejor la enfermedad, causas, progresión, cómo hacer terapias más eficaces, etc. En general, los análisis consisten en aplicar modelos matemáticos, a través de programas de ordenador, a los datos generados por máquinas capaces de leer el ADN de nuestras células. El principal proyecto en el que participo pretende entender mejor el mieloma múltiple, un tipo de cáncer sanguíneo, y ver qué genes son interesantes a la hora de desarrollar nuevas terapias para pacientes.
¿Te satisface poder contribuir a un campo tan sensible como es la salud?
Estudiar el cáncer es doblemente gratificante. Su increíble complejidad hace que sea uno de los mayores problemas en salud pública de la sociedad actual, al mismo tiempo que supone un gran reto para quienes tratamos de desentrañar su funcionamiento. Aportar mi granito de arena a la lucha contra el cáncer es algo que valoro todos los días. Espero no perder nunca esa sensación.
¿Cómo es Harvard, su campus, Boston? ¿Atractivos para un universitario o un joven profesional?
Harvard es una comunidad de gente muy buena y muy trabajadora, sean conductores de autobuses, médicos, administrativos o becarios. Al principio da bastante respeto, pero luego ves que es gente normal. El campus es de película, pero yo trabajo en el área hospitalaria. La zona es impresionante, hay centros médicos especializados, por ejemplo, en diabetes. Para mí Boston es cosmopolita, joven, cultural, agradable y también cara.
Por lo que sé, la vida de universitario puede ser dura, porque los precios de las matrículas son altísimos y muchos se endeudan hasta las cejas para poder pagarlas. Al contrario que en España. Sin embargo, los alumnos tienen la perspectiva de conseguir un buen trabajo al terminar. Aunque se nos haga raro, aquí no es difícil encontrar trabajo para un joven profesional, sobre todo ingeniero; las empresas se los rifan.
¿Principales diferencias entre el estilo de vida americano y el español?
Estados Unidos es un país de extremos: gente muy pobre y multimillonarios, obesos mórbidos y obsesos del deporte-nutrición, regiones con una profunda incultura y prestigiosas universidades… Aun así, podría generalizar diciendo que aquí se vive para trabajar, incluso hay quien no se coge las vacaciones que le corresponden. Luego, en sus momentos de ocio, para aquellos que se lo pueden permitir, es todo consumismo. España se ha ido americanizando y no hay tantas diferencias en el modo de vida como hace años. Ahora somos igual de consumistas, cogemos mucho el coche, cada vez hay más barrios dormitorio, compramos por Internet y pasamos nuestro tiempo de ocio en centros comerciales.
¿Animarías a la gente a irse fuera?
Esta pregunta me la tengo que pensar… Lo recomendaría a jóvenes con carrera que no tienen responsabilidades familiares ni perspectiva de un trabajo decente.
¿Se ha cumplido tu particular sueño americano?
Sí, se ha cumplido, sí. Estoy en un lugar en el que se valora mi trabajo, puedo tener experiencias únicas y conocer a gente de alrededor del mundo.
Título
DNI
Nombre y apellidos. David Mosén Ansorena.
Edad. 29 años. Estella
Estado civil. Casado.
Formación. Ingeniero informático y doctor en Biología Molecular y Biomedicina.
Profesión actual. Investigador.
Empresa y funciones. Instituto Dana Farber contra el Cáncer de la Universidad de Harvard. Análisis computacionales de genomas humanos.
Idiomas. Castellano e inglés.
Años fuera de Estella. 12 años. Ha vivido en San Sebastián, Barcelona, Pamplona y Bilbao.
Fecha de llegada a Boston. Septiembre de 2014.
¿Fecha de vuelta? “No sé si la habrá, lo veo difícil”.
LO MEJOR Y LO PEOR
Lo mejor. “Se valora mi trabajo, puedo tener experiencias únicas y conocer a gente de todo el mundo”.
Lo peor. “Hay que aprender todo de nuevo, desde hacer una transferencia bancaria hasta ir al médico”.
RADIOGRAFÍA DE BOSTON
DESCRIPCIÓN. Boston es la capital y la mayor ciudad del estado de Massachusetts, situado en el noreste de Estados Unidos. Es una ciudad rica en adelantos médicos y tecnológicos.
POBLACIÓN. La población de la capital supera los 600 mil habitantes. El área metropolitana tiene 4,5 millones de habitantes.
ECONOMÍA. Su economía se basa, fundamentalmente, en la educación, la sanidad, las tecnologías y las finanzas.
RELIGIÓN. Mayoría protestante.