ASOCIACIONES – Lizarrara Txalaparta Elkartea – La txalaparta suena joven en Estella-Lizarra

ASOCIACIONES – Lizarrara Txalaparta Elkartea – La txalaparta suena joven en Estella-Lizarra

Diez personas integran el nuevo colectivo que se suma con energía a la vida cultural de la ciudad

A falta de su inminente inscripción en el registro de asociaciones, Lizarrara Txalaparta Elkartea se suma a la vida cultural de Estella-Lizarra con muchas ganas de poner en valor un instrumento ancestral como es la txalaparta. El colectivo nace del interés de tres personas que echaron a andar el proyecto hace un año y que han ido ganando adeptos. Hoy suman diez los integrantes interesados en el aprendizaje y en la difusión y se muestran abiertos a nuevas incorporaciones.

Explica Olaia Sánchez que el objetivo primero era reunir a más personas para crear un grupo aficionado a la txalaparta que se juntara semanalmente para compartir y aprender. Para ello organizaron un taller. “Fueron doce las personas apuntadas y como se llenó tan rápido, lo ampliamos a 16, y se volvió a llenar. Siguió llamando gente, pero ya no era posible abrirlo más porque sería una locura, así que tuvimos que decir hasta aquí. Nos sorprendió muchísimo el interés”, explica.

Los txalapartaris de Estella ya tenían de manera informal presencia en la ciudad, como en el carnaval rural, en fiestas, en San Andrés o en la kalejira de Olentzero, pero ahora cobran más peso como colectivo con la unión de más aficionados. Este hecho les dio alas también para organizar e primer encuentro de txalapartas de Estella-Lizarra, que se celebró el pasado 26 de octubre.

“Estos últimos meses hemos estado centrados en la organización de este día, pero el objetivo es retomar los talleres e invitar a gente nueva para que imparta los talleres. Por nuestra parte, el grupo que hemos creado nos vamos a juntar cada semana para aprender y para compartir”. Desde abril, una sala cedida en la Casa de la Juventud es el lugar, pero el grupo se encuentra en la búsqueda de un local que les permita una mayor flexibilidad.

La txalaparta es un instrumento tradicional cuya forma de tocarlo está evolucionando mucho en los últimos tiempos, una circunstancia que contribuye a mantenerlo vivo. “Está en un momento bonito porque se está experimentando mucho y se están creando nuevas sonoridades. Florecen grupos con propuestas muy chulas e interesantes musicalmente, algo que hace unos años no se vivía. Y en concreto en Estella vemos que hay un grupo de gente muy interesada, con muchas ganas y tenemos que aprovechar esta fuerza conseguida y trabajarla. Nos dicen que, en otros lugares más grandes, como Pamplona, en ocasiones es difícil sacar adelante un taller”.

Olaia Sánchez explica que en Estella sorprende no sólo el interés que está despertando la txalaparta, sino el perfil de las personas interesadas. “La mayoría del grupo, en concreto ocho de los diez integrantes somos chicas jóvenes, menores de 40 años”.

La improvisación que va unida al sonido del instrumento da libertad al músico y puede ser la clave de que se esté sumando gente joven. “Para mí personalmente lo bonito es que la txalaparta se toca entre dos personas, por lo que hay que buscar la coordinación y la conexión con la otra persona. Hay unos tiempos que respetar, pero una vez que controlas la base, ya puedes hacer lo que quieras o lo que puedas, siempre sin perder la conexión con la pareja”.

Explica Sánchez que las partituras de txalaparta existen y hay grupos que muestran un repertorio muy trabajado, pero la txalaparta tradicional está unida a la improvisación. “Y esto está presente ya en su origen. La txalaparta nació en el norte de Navarra y en Guipúzcoa cuando se machacaban las manzanas para hacer la sidra. Con las propias herramientas, que era palos grandes, se golpeaba el fruto y se empezaba a hacer ritmos. Cuando acababa el día de trabajo, utilizaban de nuevo los utensilios para la fiesta y golpeaban contra las tablas en el suelo. Ahí nació el instrumento, aunque ahora podamos encontrarnos con txalapartas afinadísimas que suenan mejor que un xilófono”.

diferentes maderas, diferentes sonidos

La madera es clave en la construcción de una txalaparta. Cada tipo de manera genera un tipo de sonido, y las hay de fresno, de roble, de olmo… También de sapeli, una madera tropical que crea un sonido más tonal. “Lo interesante en una txalaparta es que tenga mezcla de diferentes tipos de madera y con diferentes anchuras y tamaños para lograr sonidos diferentes y que se pueda jugar”.
Contacto: las personas interesadas en formar parte del grupo pueden contactar a través del email: lizarraratx@gmail.com.

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