El inmueble, con una planta baja de 600 metros cuadrados más un primer piso y sótano, dará cabida a tres líneas de servicios. Por un lado, la planta baja se ubicará un bar y una tienda en un valle que, salvo en Lorca, no dispone de ningún establecimiento. También está previsto prestar un servicio de comidas a domicilio pensando en la gente mayor.
En la primera planta se creará un mercado de venta, incluida la online, de productos agroalimentarios de proximidad y, se plantea, asimismo, habilitar un obrador para que los miembros de la cooperativa que lo deseen puedan transformar en conservas o mermeladas los excedentes del campo, como complemento al proyecto de espigamiento ya en marcha ‘Buruxka’. El sótano del edificio alberga ya la actividad de varios artesanos de la zona. Entre otras cuestiones, también se prevé que el edificio dé cabida a dos oficinas, una de ellas como sede de la Asociación Tierras de Iranzu, actualmente ubicada en el consistorio.
El proyecto se realiza con financiación pública. De la inversión del millón de euros, 150.000 euros proceden de una subvención del Gobierno de Navarra y 500.000 euros de otra ayuda procedente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. La nueva alcaldesa del valle, Marta Mendaza, espera que el conjunto de la iniciativa pueda ser una realidad cuanto antes. La iniciativa fue presentada públicamente a los vecinos y a todas las personas interesadas a finales del pasado mes de julio con una positiva respuesta.