La prueba popular no competitiva, en la que el casco era obligado, estaba prevista a las once de la mañana. En la plaza de los Fueros se fueron congregando los participantes, algunos un poco antes para formalizar las últimas inscripciones; cientos de aficionados dispuestos a vivir una gran experiencia.
Desde la plaza y a través de la calle San Andrés, el recorrido continuó por el paseo de la Inmaculada y por parajes naturales de la ciudad como Valdelobos. En torno a las doce y media, una txistorrada preparada por voluntarios del club permitió recuperar fuerzas en la plaza de la Coronación.