
La exposición se podrá visitar hasta el 8 de mayo de 2022 y su producción coincide con el 150 aniversario de la batalla de Oroquieta, primera intervención de la Cruz Roja en un conflicto bélico en España. La muestra homenajea la labor de Cruz Roja en los campos de batalla, así como el de otros colectivos de voluntariado y el papel que, en general, tuvieron las mujeres como enfermeras.
Asistieron a la inauguración el director general de Cultura-Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apezteguía Morentin; la consejera de Medio Ambiente, Itziar Gómez López; el presidente de Cruz Roja Navarra, Rafael Huarte, y miembros de la junta directiva del Hospital García Orcoyen.
La muestra hace especial hincapié en el papel que tuvieron las mujeres como cuidadoras y sanitarias en los hospitales de campaña
El director general de Cultura fue el primero en intervenir para rendir homenaje a toda un sector, el de la salud. “Desde la dirección general de Cultura me gustaría que esta exposición fuera también un homenaje al personal sanitario y socio-sanitario que más que nunca ha sido, es y será imprescindible en tiempos de crisis y, por supuesto, en tiempos de paz. Y un homenaje a Cruz Roja, especialmente a Cruz Roja Navarra, por ese recorrido de tantos años y por mantenerse como entidad de referencia en nuestra tierra”, declaró el consejero Apezteguía.
El director del Museo del Carlismo, Iñaki Urricelqui, agradeció la invitación que el propio comisario Pablo Larraz dirigió al Museo para albergar la exposición. “En esta muestra adquieren un especial significado las vivencias de hombres y mujeres en torno a la sanidad y en la guerra y es mérito del comisario, que nos ha conseguido contar una gran historia a través de pequeñas historias”, expresó.
Satisfacción fue el sentimiento que Pablo Larraz destacó a la hora de referirse al proyecto expositivo. “Primero, por el momento en el que se traduce. Tras dos años realmente difíciles muchas veces con falta de medios, con situaciones personales y profesionales muy complicadas, los profesionales sanitarios al final hemos tirado de vocación y de humanidad, lo mismo que hace cien o doscientos años hicieron otras personas. Las guerras son capaces de sacar lo peor y lo mejor de las personas”.
Seis ámbitos expositivos
La muestra arranca con un anticipo en el patio del palacio del Gobernador, que recrea una cama de hospital, y que invita a conocer la primera de las salas. En ella, grabados de Goya, fotografías de reporteros de guerra y testimonios escritos dan muestra del dolor y el sufrimiento que supone la guerra.
La segunda sala lleva por título ‘Una llama en la oscuridad’ y aborda cómo el humanismo y la ciencia del siglo XIX consigue dar la vuelta a la situación. El espacio expositivo habla de avances científicos que mejoraron los tratamientos en los hospitales de campaña. “Se crean las primeras vacunas, los primeros fármacos para ciertas enfermedades, se descubren las causas y, por otra parte, se produce el desarrollo del humanitarismo, que es la base del nacimiento de la Cruz Roja y de otros movimientos”, explicó Larraz.
Hospital de Irache
El Hospital de Irache protagoniza el tercer ámbito de la muestra. “Fue el buque insignia de la sanidad carlista en la tercera guerra civil, un espacio de confluencia que terminó en ciertas innovaciones tecnológicas que tuvieron lugar aquí”. En el monasterio confluyeron figuras de renombre internacional como el padre Benito Menni, Vincent Kennet-Barrington y John Furley, entre otros. En este ámbito expositivo, destaca una de las piezas de mayor valor de la exposición: una caja completa de cirugía, con todos los utensilios, probablemente la mejor caja de cirugía de España.
La cuarta sección de la exposición, ‘Las Margaritas’, se dedica a la transformación de la mujer carlista por influencia de Doña Margarita, que llevó a la mujer a enfocar su labor hacia labores de caridad y, más tarde, sanitaria desde el principio del siglo XX hasta la guerra civil española.
El hospital Alfonso Carlos centra la quinta parada de la exposición. “Fue el hospital más grande que ha tenido Navarra a lo largo de su historia en cuanto a capacidad, con 1.600 camas. Estuvo ubicado en el seminario de Pamplona y fue un modelo de organización. Todo el personal fue voluntario, en principio afín al movimiento carlista, y cabe destacar que el 90% del personal fueron mujeres”.
En esta sala se encuentra otra de las piezas centrales de la muestra: un equipo de transfusión sanguínea directa. También se puede ver una mascarilla de inhalación anestésica y diversos medicamentos, como el Piramidón, que se utilizaron durante la guerra civil española.
Un último ámbito, ‘La Comunidad del dolor’, cierra el circuito expositivo mediante un acercamiento a las motivaciones, valores, sentimientos y vivencias de las personas que trabajaron o que fueron atendidas en el hospital. “Escucharemos sus voces, leeremos las cartas que escriben y pondremos rostro al dolor”, describió Larraz.
Con la muestra, su comisario quiere hacer un homenaje a los sanitarios. “Estamos en un momento quizá de hastío, después de todo lo vivido. Una sociedad debe ser consciente de que lo importante no son solo los medios materiales, también los humanos”, destacó.
Orígenes de las piezas
Las piezas que se exhiben en la muestra proceden de diversas instituciones y colecciones particulares: Archivo Real y General de Navarra, Archivos Generales Militares de Madrid y Ávila, Archivo Diocesano de Pamplona, Archivo Municipal de Estella, Biblioteca de la Universidad Pública de Navarra, Biblioteca de Catalunya, Cruz Roja de Navarra, Centro Militar de Farmacia de la Defensa, Palacio de Navarra, Fundación Jaureguizar, Fundación Mencos, Museo de Zaragoza, Museu d´Historia de la Medicina de Catalunya, Museo de San Telmo, Museo Histórico Militar de Burgos, Museo del Ejército, Museo Zumalakarregi, Museo Carlista de Madrid y diversas colecciones particulares.