UN PASEO POR… OTEIZA

UN PASEO POR… OTEIZA

La iglesia de San Miguel con su zona ajardinada y el edificio consistorial representan el centro de la villa

La villa de Oteiza de la Solana se asienta en lo alto de un cerro a 512 metros de altitud. De la plaza, considera el centro de la localidad y donde se ubican la iglesia de San Miguel y el ayuntamiento, parte una calle empinada que conduce a la ermita de San Salvador. La parte baja del pueblo destaca por el trazado claramente medieval de su calle Mayor.

A 51 kilómetros de Pamplona y diez de Estella, Oteiza limita al Norte con Villatuerta; al Sur, con Lerín; al Este, con Mendigorría, Larraga y Villatuerta y al Oeste con las localidades de Allo, Dicastillo, Morentin y Abérin. Oteiza tiene colegio de Educación Infantil y Primaria, el CPIO San Salvador, además de servicios de guardería 0-3 años y comedor escolar. Oteiza cuenta también con un polideportivo, el pabellón Iturtxipia, que incluye dos piscinas, capo de fútbol, pista de ciclismo o patinaje, un campo de tierra, frontón, sala de musculación, saunas y bar-cafetería. Es lugar de entrenamientos del Club Deportivo Idoya, fundado en 1947.

Como recursos de interés turístico, Oteiza conserva todavía algunos edificios blasonados, fundamentalmente de siglo XVIII, en la calle Mendía y Mayo. Una visita merece la iglesia de San Miguel y dos son sus ermitas: la de San Salvador o Santa Bárbara y la de San Tirso. En el término municipal de Oteiza se encuentra el Despoblado de Baigorri, poblado abandonado definitivamente en la década de los sesenta.

A los vecinos de Oteiza se les apoda balleneros o balleneras. Este curioso nombre se debe a la ‘leyenda de la ballena’. Hace muchos años a las afueras del término había una balsa, la balsa Idoia. En las proximidades existía un corral y los animales se acercaban a la balsa a beber agua. Un día al anochecer un campesino regresaba a casa y vio en la balsa algo que se movía. Alarmado, corrió al pueblo creyendo haber visto una ballena. Los vecinos corrieron hacia la balsa armados con escopetas y escobas hasta que descubrieron que no era más que un baste de burro que flotaba en el agua. Desde entonces los oteizanos son también llamados ‘balleneros’.

DATOS

> Categoría administrativa: Villa
> Población: 918 habitantes
> Extensión: 48 km²
> Altitud: 512 m
> Comunicaciones: Oteiza se encuentra a 51km de Pamplona y a 10 km de Estella.
> Gentilicio: Oteizano/na
> Apodo: ‘balleneros’
> Fiestas: El 1 de mayo se realiza la tradicional romería a la ermita de San Tirso. El patrón es San Miguel y se celebra su festividad a mediados de agosto.
> Alcalde: Rubén Martínez

PUNTOS DE INTERÉS

Arquitectura civil
Edificios blasonados, fundamentalmente del siglo XVIII, ubicados principalmente en la calle Mendia y calle Mayor.

Arquitectura religiosa
Iglesia de San Miguel, que a pesar de su origen medieval presenta profundas modificaciones de los siglos XVI y XVIII. Ermita de San Salvador o Santa Bárbara, del siglo XVI, con modificaciones posteriores. Está ubicada en la parte alta de un extremo del núcleo urbano, con un entorno ajardinado, y desde donde se puede disfrutar de una bella panorámica. Preside la ermita un retablo dedicado a Santa Bárbara y a San Salvador, que fue el primer titular de la ermita. Ermita de San Tirso, de los siglos XVIII y XIX, con remodelación a finales del siglo XX. Tienen mención obligada el miliario y la columna que hasta la remodelación se encontraba entre sus muros, hoy en sus inmediaciones. Estos dos elementos datan de la época del emperador Adriano.

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EL DESPOBLADO DE BAIGORRI
Fue una de las propiedades de los Condes de Lerín y del Duque de Alba, con palacio y con iglesia. Se accede a este lugar desde el camino que, a mano derecha, sale de la NA-132 a escasa distancia del cementerio de la localidad. Quedan restos de un templo medieval, la iglesia de la Purísima Concepción, de estilo protogótico, del siglo XII y XIII, de la que tan solo se conserva el trazado, un muro y algún capitel. Las ruinas de la iglesia son atípicas, debido a la destrucción que hicieron las trompas francesas hace dos siglos para evitar que el general Mina se refugiara en este lugar. Del Palacio del Duque de Alba, de estilo renacentista, no queda prácticamente nada de interés.
Siglos atrás Baigorri estaba rodeado de un gran bosque. En 1220 contaba con 53 fuegos, pero fue perdiendo población a pasos agigantados y en 1468 la princesa Leonor calificó a la villa como desolado o despoblado. Era la primera vez que se deshabitaba.
Restaurado el palacio y la iglesia, Baigorri volvió a ser un lugar habitado, con 22 habitantes en 1786. A mediados del siglo XX queda definitivamente deshabitado. En 1960 ya no vivía nadie y sus edificios van en declive hasta convertirse en el despoblado que es hoy.

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