Un coworking de espíritu artístico en Estella

Un coworking de espíritu artístico en Estella

La Asociación Urpe ofrece cuatro talleres en su centro de reunión a nuevos socios artistas que busquen espacios para su práctica creativa

Tres años han pasado desde que los socios del colectivo de artistas de Tierra Estella URPE recibieran la cesión del Gobierno de Navarra de una parte del edificio de la antigua guardería pública, en el barrio de San Miguel. Han sido tres años de trabajo voluntario para hacer mejoras, cambiar cristales y ganar seguridad en un espacio de coworking, donde los asociados disponen de su propio taller y de lugares comunes para dar rienda suelta a su creatividad y producción artística. Ahora ofrecen espacios a otros artistas que quieran sumarse.

La artista local Garbiñe Basarte, conocida por sus murales al aire libre en la ciudad del Ega, preside el colectivo que echó a andar con los mismos objetivos que hoy defienden. “Nos juntamos para buscar un sitio privado para pintar porque los alquileres de bajeras en Estella eran muy altos. Pedimos la cesión de este lugar y ampliamos el proyecto”, cuenta. La parte del edificio cedida la tienen a su disposición, de momento, hasta 2028.

Queda mucho por hacer aún en el local de unos mil metros cuadrados, pero los seis socios de URPE ya hacen uso de su estudio desde hace dos meses. Lienzos, óleos, pinceles y caballetes trufan y dan color al lugar que gana también en espíritu e inquietud. Es momento ahora de ofertar otros cuatro espacios dentro del edificio para nuevos socios artistas que quieran conocer la experiencia de coworking.

Los nuevos socios interesados en contar con su estudio en el nuevo centro artístico de Estella pueden presentar su solicitud hasta finales de abril. Será entonces cuando se presente el local y cuando se hará la selección, en el caso de que haya más demandantes que espacios disponibles. Cada nuevo socio tiene que pagar una cuota de entrada de 600 euros y la cantidad de 20 euros al mes, además de comprometerse a participar en auzolanes que permitan adecentar el lugar y adaptarlo a las necesidades del colectivo.

Desde que la cesión fue aprobada y tienen acceso, los socios han trabajado intensamente en el acondicionamiento de las salas que están utilizando. Han cambiado cristales, dado de alta la luz y el agua, colocado estufas para dar algo de calor y desbrozado el jardín, aunque son muchas las tareas que quedan por hacer. “Buscamos para la asociación socios con compromiso porque llevamos tres años poniendo esto en marcha y necesitamos gente con ganas que ayude a continuarlo”, añade Rubén Galdeano, otro de los miembros de URPE.

Cuatro de los seis socios trabajan ya en la sala principal, ubicada junto a la entrada y que ofrece grandes dosis de luz natural a través de sus ventanas. En la primera planta del edificio, alejado del resto, otros dos socios se han instalado con idea de trabajar diferentes materiales, como la madera, que pueden hacer más ruido.

Los otros cuatro espacios disponibles se ubican en diferentes lugares del edificio, que además cuenta con baños, con una gran sala común para guardar materiales y herramientas de uso colectivo, otra sala que está previsto poder destinar a exposiciones y un espacio más que puede servir para impartir formación en un futuro.

“Buscamos, sobre todo, compartir espacio, pero también compartir ideas. Queremos fomentar el arte, alimentarnos unos de otros, exponer, dar clases o talleres puntuales y abrir este lugar al público en ocasiones”, cuenta la presidenta de URPE, Garbiñe Basarte. Ideas no le falta a este colectivo con muchas ganas. Y posibilidades al edificio, tampoco.

El centro URPE da sus primeros pasos en firme para convertirse en un lugar de referencia para el intercambio y convivencia artística en la ciudad. ¿Quién se apunta?

CONTACTO

Las personas interesadas pueden solicitar más información a través de los siguientes contactos: 622 507 423 (Garbiñe) y 640 016 247 (Rubén).

ARTISTAS

GARBIÑE BASARTE ECHEVERRÍA. 45 años. Pintura experimental.

“Necesito reconciliarme con la pintura. Este lugar va a ser fuente de inspiración”

Garbiñe Basarte no necesita presentaciones. Su nombre está muy presente en Estella, tanto como su obra muralista que ocupa diversos espacios públicos de la ciudad. Como presidenta de URPE y una de las personas fundadoras del colectivo, esta experiencia asociativa le permite centrarse en su arte más intimista. Su intención es volver a pintar lienzos.
“Llevo muchos años sin hacerlo y si no practicas pierdes la técnica. Necesito reconciliarme con la pintura, empezar desde cero como medio de crecimiento personal y de experimentación. Ya tengo en mente varios cuadros grandes sobre Estella, un poco diferentes. Este lugar va a ser fuente de inspiración”, explica en su sala, con vistas al jardín verde y en calma.

De momento, solamente un caballete ocupa el espacio que en breve se llenará de óleos, de paletas y material que permitirá a Basarte sentir de nuevo el placer de la pintura. “Lo bueno de este lugar es que puedo venir cuando quiera para explayarme y pintar sin limitaciones”.

GUSTAVO RAMÍREZ PEREIRA. 65 años. Practica la pintura con acrílico.

“Pintar es muy terapéutico. Para mí, una necesidad”

Gustavo Ramírez Pereira, de origen argentino, ha vivido la creatividad a lo largo de su vida de dos maneras y en dos etapas diferentes. En su país, Argentina, se dedicó profesionalmente al diseño gráfico y, desde hace 20 años, cuando llegó a Estella, cultiva la pintura como principal afición y como medio de evasión. “Pintar es muy terapéutico, para mí es una necesidad”, explica el socio de URPE desde los inicios.

Después de recibir durante años clases en un taller de manualidades de la ciudad del Ega y de impartir clase en el club de jubilados, su hobby le permitió conocer a otra de las socias del colectivo, Mónica Reccio, y la inquietud conjunta de buscar un lugar para crear fue el germen de la asociación.

Su manera de expresarse es la pintura, en acrílico, “porque seca más rápido” y su primer impulso es la ilustración para cuentos infantiles. Sin embargo, los motivos sobre naturaleza, también el surrealismo, tienen cabida en sus lienzos. “Este espacio me va a permitir hacer un poco de todo. Me llevo muy bien con mis compañeras de aquí y en esta sala se crea muy buen clima”, cuenta.

RUBÉN GALDEANO PASCUAL. 44 años. Practica el diseño gráfico y la madera.

“Este sitio me da la posibilidad de volver a la pintura, también a la de gran formato”

Diseño gráfico, pintura, murales y trabajo de la madera son algunas de las disciplinas que practica el estellés Rubén Galdeano Pascual. “Siempre me ha gustado todo lo relacionado con el arte, aunque soy autodidacta. Académicamente no he tenido la oportunidad de desarrollarme”.

La intención de Galdeano en su nuevo estudio es retomar la pintura y también experimentar con la madera, un material al que le ve múltiples posibilidades y que ya trabaja para contribuir al acondicionamiento de la sede de URPE, por ejemplo en la realización de un letrero para el jardín. “La verdad es que durante estos tres últimos años he estado volcado en los trabajos del local y no he podido centrarme. Ahora sí. Este sitio me da la posibilidad de volver a la pintura, también a la de gran formato porque en casa es muy complicado ponerse con un lienzo de un metro cuadrado. También estoy preparando un taller para trabajar la madera”.

MÓNICA RECCIO. 49 años. Trabaja la pintura con óleo.

“El encuentro entre artistas es lo que más me gusta”

Mónica Reccio, natural de Perú y vecina de Estella, forma parte de URPE desde los orígenes del colectivo. La Posibilidad de contar con un local que permita el desarrollo de su arte es para ella “objetivo cumplido”. “Lo que más me gusta es lo que puedo compartir con los compañeros de al lado porque siempre te alimentas, siempre surge una idea o una sugerencia. El encuentro entre artistas es lo que más me gusta. Y por supuesto tener un espacio para pintar, donde dejar los cuadros, colgarlos, guardar el material y manchar”, explica.

Reccio define su obra pictórica como un abstracto figurativo. “No es un paisajismo fácil de identificar, tiene abstracción”, cuenta. La artista, docente de profesión, pinta al óleo desde que era pequeña. Siempre ha contado con un espacio en su casa, también adaptó un rincón durante el confinamiento. Por ello, contar a hora con un lugar específico, colectivo y sin limitaciones es, además de objetivo cumplido, un sueño hecho realidad.

RUTH LAYANA ROLDÁN. 48 años. Trabaja la pintura con acrílico.

“El intercambio de energías entre artistas es fundamental”

Natural de Lekaroz y vecina de Estella, Ruth Layana Roldán, se asoció a URPE hace tres años. Licenciada en Bellas Artes, siempre ha pintado y hecho exposiciones, por lo que su taller en el centro de URPE le permite seguir practicando. “Necesitaba un lugar para pintar, miré bajeras y los precios eran prohibitivos. Me hablaron de esta asociación y entré. Me gusta el espíritu de intercambio de energías y la posibilidad de relacionarte con artistas de la zona es fundamental. Había una necesidad en Tierra Estella y ahora la cubre el espacio de URPE”, explica.

Layana, trabajadora en Correos, ha hecho escultura, aunque ahora lo que practica es la pintura con acrílico. “En estos momentos voy mucho al color y a la abstracción pero también hago figurativo. Un poco de todo, según el momento. También vendo obra y, si quieres vender, tiene que ser figurativo. Cuando pinto para mí me abstraigo más”.

LUCAS MELO. 34 años. Trabaja la pintura abstracta y el dibujo.

“Me han recibido muy bien y me gusta la idea de URPE de arte para la comunidad”

Lucas Melo nació hace 34 años en Brasil. Tiene su residencia en Oslo (Noruega), pero hace unas semanas recaló en Estella. Por motivos personales, también artísticos, está haciendo una estancia en la ciudad el Ega y, como nuevo miembro de URPE, ha encontrado en el nuevo local su espacio propio en la mejor compañía.

Melo es artista y vive del arte desde los 18 años. Su carrera la de sarrolla a caballo entre Brasil, Nueva York y Noruega, en el país nórdico especialmente puesto que trabaja como guía de exposiciones en el Museo Nacional de Oslo.
Durante estos seis meses que se plantea en Estella está trabajando en una serie de pinturas abstractas, además de otras pinturas y dibujos para exposiciones. “Poder asociarme a URPE y utilizar este lugar es fantástico. Para mí es perfecto porque vengo todos los días, pinto, hago mi trabajo. Las personas me recibieron muy bien y me gusta su idea de arte para la comunidad. URPE es uno de esos sitios que transmite alegría”.

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