Ya el martes, montes icónicos de Tierra Estella, como Montejurra y Monjardín, lucían blancos y las sierras acumulaban nieve. En Estella, la vida discurrió fría y húmeda especialmente el jueves, día del mercado, cita semanal que se desarrolló sin incidencias aunque con una menor presencia de puestos, sobre todo en la plaza Santiago.
Respecto a las carreteras, únicamente el puerto de Urbasa cerró al tráfico por la primera nevada del año. En cuanto a las líneas de autobuses que realizan el trasporte escolar al colegio público Remontival y el IES Tierra Estella, tan sólo se vieron afectadas ligeramente en su comunicación con los valles de Améscoa y de Guesálaz.
Cómo protegerse del frío
Cruz Roja pone en marcha estos días una campaña de información con consejos para paliar los efectos del frío. Las bajas temperaturas disminuyen las defensas y favorecen muchas enfermedades respiratorias, como resfriados, gripe, bronquitis y neumonía, y causan más mortalidad que las olas de calor. Prevenir los efectos negativos de las bajas temperaturas es sencillo siguiendo consejos básicos relacionados con la alimentación saludable, una correcta vestimenta, o la actividad dentro y fuera del hogar.
Cuando una persona se encuentra mal, ha de mantén la actividad que está haciendo e intentar resguardarse mientras pide ayuda. Si es una tercera persona la que se encuentra mal, se le ha de vigilar las constantes vitales, cambiarle la ropa si está mojada y abrigarle adecuadamente; proporcionarle bebidas calientes, nunca comidas ni bebidas estimulantes ni alcohol; colocar bolsas de agua caliente, evitar los baños y duchas calientes, no masajear las extremidades y trasladar a la víctima a un centro hospitalario lo antes posible.
Alimentación e hidratación: beber líquidos calientes, incluyendo agua; tomar una alimentación variada y equilibrada que aporte energía para combatir el frío, como legumbres y sopa, y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Vestimenta: proteger las zonas del cuerpo más sensibles al frío intenso, por ser las más alejadas del corazón -mejillas, nariz, orejas y dedos de las manos-; usar ropa ligera, no apretada y que transpire, en varias capas; proteger la cabeza, manos y pies; emplear un calzado impermeable y antideslizante, cómodo y, en función de la actividad, vestir ropa que proteja del viento y de la lluvia.
Actividades en el exterior (calle, campo): centralizarlas durante las horas en las que se registren temperaturas más elevadas, evitando las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura. Procurar resguardarse del frío y la humedad y evitar la entrada de frío en los pulmones.
En el hogar: permanecer en las estancias más calientes provistas de radiador o calefacción; cerrar las puertas, ventanas, persianas, toldos y cortinas evitando las corrientes de aire; ventilar diariamente las estancias para renovar el aire y evitar la acumulación de CO2, si se utilizan braseros o chimenea.
Durante los viajes: preferiblemente, en transporte público y, si es en coche, en compañía; informarse de la situación meteorológica y del estado de las carreteras, así como de puntos para el descanso o el refugio; evitar viajar en condiciones meteorológicas adversas; revisar el vehículo previamente, asegurándose de su adecuado funcionamiento, de que el depósito este lleno, de que se llevan cadenas y la batería del móvil cargada; utilizar la calefacción, pero abrir las ventanas periódicamente.