
Aunque el paseo de la Inmaculada y la calle García El Restaurador-San Veremundo lleven tráfico, el final de obra permite el paseo continuado para el peatón entre las plazas de la Coronación y de los Fueros. En estos lugares de paso de coches, la velocidad está limitada a los 20 kilómetros hora, al igual que en todas las calles de la Zona ZEL (Zona de Estacionamiento Limitado). Además, un pavimento elevado en la confluencia de calles y la señalización vertical provisional demandan precaución.
La calle peatonalizada destaca estéticamente por el pavimento de adoquín y la inexistencia de aceras, ahora a nivel. Durante el periodo de obras se realizó también la tala de los aligustres de una parte de la calle, así como de un ginkgo en la Baja Navarra. En su lugar, se han colocado unas grandes jardineras de hormigón que albergarán nuevos árboles, cuando se estime el mejor momento de plantación, previsiblemente en otoño; a su vez, sirven de bancos.
El alcalde de la ciudad, Koldo Leoz, explicó que en un futuro está previsto adaptar la estética de la parte de la calle San Andrés que ya estaba hecha a la de la nueva zona intervenida. Está previsto sustituir los aligustres y colocar también las jardineras-bancos en uno de los lados para darle unidad al conjunto. La nueva pavimentación ofrece espacio para nuevas terrazas, es el caso de la nueva terraza del bar del Círculo Católico.
La peatonalización de San Andrés, que en las últimas semanas obligó a cortar el tráfico en el paseo de la Inmaculada, trajo como consecuencia el traslado a la calle Sancho el Fuerte de la parada de taxis.