Munárriz asumía la responsabilidad con honor y recordaba que conocía el sabor de dar inicio a las fiestas porque el grupo Teatro Míreni, del que el alcalde es miembro, ya lo protagonizó en ediciones pasadas. Este año lo vivirá de una manera algo diferente. “Me gusta la fiesta, pero no puedo dejarme llevar, porque tengo que estar en los actos del Ayuntamiento”, explicaba el primer edil, de 51 años. En su opinión, las fiestas comenzarían y terminarían muy bien, con una comida popular a la que se apuntaron 225 personas y, como novedad, con una cena de zikiro, el último día, que reuniría a 180 vecinos.
El edil Daniel Alonso, el concejal de Agricultura y Ganadería, y Manuel Martínez de Morentin se mostraron asimismo orgullosos de participar en el acto inaugural y de compartir el protagonismo. “Estoy algo nervioso, pero contento. Arropado no es mucho mejor”, apunta Daniel Alonso, de 40 años y padre de dos hijas que, sobre todo, viviría las fiestas durante el día. Su compañero Martínez de Morentin, de 28 años, agradecía que se acordaran de él en un momento tan importante para el pueblo.
Allo destina en 2015 a sus fiestas un total de 70.000 euros. Con esta partida sufraga los programas de San Isidro en mayo, que cada año alcanza mayor entidad, las de la Magdalena y las patronales de agosto dedicadas al Santo Cristo de las Aguas.
La concejal de Festejos, Begoña Fernández, de la agrupación Unidos Por Allo, destacó la novedad de la cena del zikiro el último día y la apuesta permanente por realizar los espectáculos taurinos en el coso, de propiedad municipal, que se instala en la misma plaza del ayuntamiento. El año pasado era el año del cambio a una solución que no contenta a todo el mundo, pero económicamente la más acertada.
El programa festivo de agosto comenzaba con la colocación de pañuelicos rojos a los nacidos a lo largo de 2014. Al cohete acudían la presidenta del PSN, María Chivite; Ramón Alzórriz, responsable socialista de Burlada y el representante de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, Joseba Ezeolaza, acompañado por el también miembro y vecino de Allo, Javier Macua. Hasta Allo se desplazaron igualmente representantes municipales de Estella y de Arróniz.
Tras el inicio de las fiestas, los vecinos disfrutaban de un aperitivo servido en los soportales del consistorio, mientras los gigantes y los zancos, así como la charanga local, Los Virtuosos, animaban la plaza. Poco después, el Ayuntamiento, en cuerpo de Corporación, se desplazaba a la basílica del Santo Cristo de las Aguas donde el coro cantó solemnes gozos.
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Veintiséis pañuelicos
Nada menos que 26 niños y niñas, nuevos vecinos de Allo o hijos de descendientes del pueblo, recibieron en el consistorio sus pañuelicos de bienvenida. Eran: Luis García Ciordia, Yoel de la Torre Maeztu, Asier García Bujanda, Iñaki Ochoa de Olza Ochoa, Teresa Asiáin Jaime, Galder Aguirre Ancín, Ruth Arbizu Díaz, Irati Malangré del Portillo, Paula Etayo Martínez, Goitzeder Amador González, Ona Castelló Múñiz, Irai Usabiaga Iriberri, Olivia Garnica Ramírez, Nagore Barbarin Mayor, Iñaki Múñiz Tamburini, Alaia Lizasoáin Arrastia, Óscar Durán Amador, Oier Medina Martínez de Morentin, Emma Delgado López, Eneko Calahorrano López, Aimar Urmeneta Alzórriz, Martín Vázquez Solano, Amalur Elizalde Sáenz, Naiara Gómez Prol, Valeria Muñoz Pinilla y Leo Muñoz Pinilla.
Una aclaración, la concejal de cultura, Begoña Fernández, no pertenece a la agrupación Unidos por Ällo sino al PSN-PSOE.