
El concejal Regino Etxabe explica que, aunque será necesario más tiempo para valorarlo a fondo, la ciudadanía sabe que el sistema ha entrado en funcionamiento. “Se ha visto que estaba informada porque ya el primer día las calles estaban despejadas de coches. Está habiendo rotación, que es lo que se busca, y con los días irá mejorando esa rotación y se aprovecharán más las ventajas del sistema”, expresó.
El Ayuntamiento ha contratado a un administrativo que se encarga de crear las listas blancas con las autorizaciones de coches y de notificar también las sanciones. Etxabe explicó que aún no tienen datos sobre el número de infracciones por incumplimiento de los 90 minutos, pero es consciente de que muchas estarán vinculadas a la falta de permisos para permanecer en la zona controlada más tiempo del establecido con motivo, sobre todo, de utilizar una plaza de garaje. “El administrativo está ahora analizando la información que proporciona el sistema. Que no lleguen sanciones estos días no significa que no las haya porque el plazo administrativo de notificación es por ley de hasta seis meses”, informó el edil.
Otros aspectos relacionados con el aparcamiento en Estella pendientes de su puesta en marcha son el control de la Zona de Acceso Controlado, es decir entrada y salida de vehículos en el casco antiguo, y la gestión del aparcamiento subterráneo de la plaza de la Coronación. “Estamos trabajando sobre los precios de alquiler de las plazas. Los servicios técnicos del Ayuntamiento avanzan en la preparación de un plan para el mejor aprovechamiento del aparcamiento”, dijo el edil.
Primer jueves de aparcamiento limitado
Jueves 28 de marzo. Primer mercado y segunda jornada tras la entrada en vigor de la ordenanza municipal sobre aparcamiento en la zona comercial. El paseo de la Inmaculada, el solar del aparcamiento, así como las calles adyacentes incluidas en la Zona de Estacionamiento Limitado (ZEL) bullían con la entrada y salida de coches de las plazas que, desde el día anterior, eran gratuitas, aunque limitadas a los 90 minutos de estacionamiento.
Se notaban nervios, prisas y la gente miraba el reloj para no pasarse del tiempo establecido y recibir multa. Muchos de los vecinos y visitantes conocían la normativa, otros había oído hablar de ella y un buen número pensaba que era suficiente con cambiar el coche de plaza sin necesidad de salir de una zona que era controlada por cámaras. “Creía que si me pasaba, vendría el municipal y tendría un papel”, decía una vecina que no sabía muy bien cómo funcionaba el nuevo sistema. No era la única.
Pasado el mediodía, otra vecina de Tierra Estella, Begoña Fernández explicaba que estaba contenta porque había aparcado sin problema. Instantes después se daba cuenta de que seguramente recibiría una multa. “Me parece bien aparcar gratis y no me ha costado encontrar sitio. Es el primer día que vengo con el nuevo sistema y lo que he hecho es mover el coche de una plaza a otra. ¿Y no es así? Pues entonces ya me he pasado”, decía con inquietud y cierto enfado.
Información parecida tenía Carmen Remírez, de Mirafuentes, que llegaba a media mañana a Estella con idea de ir al mercado. “He encontrado sitio de pura casualidad. Estos días atrás era imposible. Hoy he dado alguna vuelta y me he metido al centro. Me parece un sistema confuso. Pensaba que a la hora y media podía cambiarme de un sitio a otro. Antes pagaba euro y medio, volvía a pagar si necesitaba más tiempo y feliz”, decía.
Regino Barrena, de Zabal, se acerca con su mujer a Estella cada jueves para hacer los recados semanales. El jueves 28 no le costó encontrar plaza libre en el centro, aunque en un primer momento echó mano de cierta improvisación. “Yo lo que he hecho ha sido ir en un primer momento al aparcamiento de la estación y esperar un rato en doble fila, porque no había manera de dejar el coche allí. Mientras tanto, mi mujer ha ido a la carnicería, a la pescadería y al mercado. Ahora que faltan 90 minutos para el final de la limitación de hora he aparcado en el solar de la Inmaculada para cargar el coche. Me voy al banco, a la Mancomunidad y quiero echar un vino. Por un lado, está bien este sistema porque es gratis, por el otro hay que estar calculando el tiempo. El jueves, hora y media no es suficiente”.
“Lo mío ha sido llegar y besar”, apuntaba Camino Fernández junto a su coche recién aparcado en ZEL. “Vengo a hacer cuatro recados. A la lotería, la tienda de telas, la mercería y, si me da tiempo, iré al mercado. Con hora y media en principio me sobra. Por eso pienso que el cambio es positivo, siempre y cuando no se nos pase la hora”.
Muy contento con el nuevo sistema de aparcamiento se mostraba también el visitante Txomin Sesma. “Yo he encontrado sitio nada más llegar. He entrado directamente y he aparcado. No me ha costado. Vengo de fuera, así que poder aparcar sin pagar y cerca de la plaza me parece fenomenal”.
Los días previos a la entrada en vigor de la nueva ordenanza, se ultimaba en Estella la colocación de las cámaras de entrada y salida de la zona ZEL, se instalaba la señalización vertical y se pintaba en azul y blanco la señalización horizontal sobre el pavimento que informa de los 90 minutos de tiempo máximo de estacionamiento en la zona comercial ZEL. Era la puesta a punto antes del inicio del nuevo sistema, tras un periodo de varias semanas que tenía fines informativos mientras que no terminaba la implantación de los medios técnicos que permitieran el cambio de funcionamiento.