
Con una nota en la EVAU de 13.478, este estudiante del Colegio Nuestra Señora del Puy lo tiene claro: estudiar ADE Internacional en la UPNA es el primer paso en lo que será su recorrido profesional vinculado a la empresa. Por ahora, ya tiene asegurada la matrícula en la UPNA, tras clasificarse para la prueba nacional.
La competición comenzó en la Universidad Pública de Navarra y, tras la celebración del encuentro nacional en Alcalá, se clasificaba como participante en la Olimpiada Internacional. El joven estellés consiguió situarse en la mitad de la tabla, posicionándose en el puesto 116 de 217.
Enhorabuena por todo el recorrido y gran trabajo. ¿Cómo se desarrolló esta última prueba?
Se dividió en tres. La primera trataba sobre finanzas personales y consistía en un videojuego: un adulto al que le dan unos ahorros y un salario y tiene treinta años para ir invirtiendo, y gastando. El objetivo era conseguir el mayor número de puntos a partir, por ejemplo, de los “sueños” que el personaje iba cumpliendo. La segunda consistió en economía pura con un test y preguntas abiertas en las que resolver problemas a partir de cálculos. La última fue un bussiness case en el que simulábamos ser un consultor que debía reflotar una empresa pública de fabricación de caravanas y furgonetas.
¿Te resultó complicada?
En general, teníamos la dificultad de que, por la diferencia horaria con Letonia, la prueba que duraba 24 horas la tuvimos que realizar de dos de la mañana a dos de la mañana del día siguiente. No dormimos más que cuatro horas y al día siguiente presentábamos en inglés el caso práctico: diez minutos de presentación y diez de preguntas con el jurado, después de 24 horas de trabajo. Pero para mí personalmente, lo más difícil fue la prueba de economía general. El nivel era más elevado de lo que estamos acostumbrados. Un profesor incluso nos dijo que había pruebas que él estaba explicando en tercero de carrera de Economía.
Estudiabais online a lo largo de una semana, seis horas al día, ¿qué importancia tuvo esta preparación previa a la competición?
Nos ayudó bastante. Las seis horas eran conceptos nuevos y en el test hubo cosas que cayeron de lo que habíamos dado durante esos días, así que, por lo menos, ya que nos pegamos seis horas de preparación al día, no sirvió realmente para algo. Nos ayudó muchísimo también para el bussiness case ya que aquí apenas hacemos presentaciones en clase, y menos en inglés. Además, un caso práctico que era exigente y que había que defender, con cálculos…
¿Echas de menos este tipo de metodología, más vinculada a exponer y aprender a comunicar?
Sí. A ver, es más fácil sacar más nota en los exámenes convencionales, pero una presentación es mucho más entretenida, es ponerte manos a la obra y hacer algo útil, algo más práctico. Yo prefiero trabajar a estar estudiando. Me parece que así hago algo más provechoso, que sirve para algo más.
Además, de esta manera se puede fusionar el falso antagonismo entre letras y ciencias…
La economía, de hecho, es perfecta para combinar estas dos ramas. En las preguntas abiertas de la prueba teníamos que justificar afirmaciones con expresiones matemáticas. Por ejemplo, un problema fue calcular la probabilidad de que una persona se contagiara y obtener el coste individual y el coste del Gobierno. La economía estudia la organización de las personas y, a su vez, es muy científica. Luego, claro, saber comunicar esto es fundamental. Cualquier trabajo que hagas, tienes que saber venderlo.
Volviendo a la Olimpiada, ¿cómo fue la experiencia en Málaga?
Superó con creces todas las expectativas que tenía. Ya en Alcalá conocí gente y estuvo muy bien, pero en Málaga al final estuvimos 24 horas al día durante siete días, congeniamos súper bien, hicimos muy buen equipo y me llevo muy buenos amigos. Ha sido lo mejor sin ninguna duda. Ir a Alcalá y conocer a tanta gente y luego en Málaga, que ha sido todo mucho más cercano, ha sido lo mejor de todo.
¿Qué importancia ha tenido el equipo?
El hecho de que nos llevaran a Málaga, estoy seguro de que hizo muchísimo para que el resultado fuera bueno. Poder competir con personas con las que habías convivido y con las que ya sabías que te llevabas bien hizo que fuera muy fácil trabajar en equipo.
¿Cómo imaginas que hubiese sido ir a Letonia?
Me hacía ilusión por hablar inglés, usar el idioma para algo. Pero bueno, hubiese sido distinto. Igual antes, si me hubiesen dado a elegir, diría que prefería ir a Letonia, pero ahora me quedo con lo bien que nos lo hemos pasado, así que no sé si hubiese sido mejor. Quizás, en persona, los eventos de la organización habrían sido más entretenidos, pero ahora mismo me quedo con todo lo que hemos disfrutado en Málaga.
¿Te acuerdas de alguien ahora que puedes hacer balance?
Sí, quiero dedicárselo a toda mi familia que siempre ha estado apoyándome para hacer lo que quiera y me anima a que siga por donde a mí me guste. Les agradezco muchísimo a mis padres todo este apoyo. Es importante no tener esa presión adicional. También me acuerdo de mi abuela que no está aquí para disfrutarlo conmigo, pero me habría apoyado igual.
El camino recorrido hasta la prueba internacional
Marzo:
Fase regional en la UPNA
Tres clasificados, de 53 participantes
Junio:
Olimpiada Nacional en Alcalá de Henares
Cinco clasificados, de 123 participantes
Julio:
Olimpiada Internacional en Letonia (el equipo español, online desde Málaga)
Puesto 116, de 217.