La estellesa Merche Osés, de 39 años, contextualiza este gasto en un momento importantísimo de la historia, cuando comienza a gestarse el Estado moderno. Es en la misma época cuando nace también el concepto de la moda, vinculado, además, con la importancia de la imagen como ostentación del poder.
¿Por qué Carlos III de Navarra, su Corte, y, en concreto, el ajuar?
El ajuar se prestaba como tema porque había mucha documentación al respecto, y no se había trabajado aquí en Navarra. En cuanto a Carlos III, porque siempre se ha dicho que él, constructor del castillo de Olite, tuvo la corte más lujosa de todas las del Reino de Navarra. Carlos III fue el monarca que mayor cantidad de gasto suntuario, relacionado con el protocolo, había realizado a lo largo de su reinado. Entendemos por gasto suntuario todas las adquisiciones que forman parte del día a día de la corte, relacionadas con la manera de presentarse el Rey ante los demás en las relaciones diplomáticas, con los viajeros, y con sus súbditos. Ropas, joyas, vajillas, armas de lujo, ropa de cama, ropa de casa, alfombras. El Rey es un escaparate; los súbditos, los monarcas de otros reinos le ven. Se trata de un juego de apariencias a nivel social. Hay que tener en cuenta que en esta época la imagen del Rey es fundamental, porque no era tan fácil verle y se le atribuía un origen casi divino.
¿Cuál es el propósito de este trabajo?
En la tesis he intentado elaborar una serie de fotogramas que recreen la época, cómo era la vida en los salones del palacio de Olite, del castillo de Estella o en la catedral cuando el Rey iba a ser coronado, ya que todo el gasto suntuario tiene un porqué y un para qué. El rey no compra por consumismo, sino porque tiene un objetivo: mostrarse ante los monarcas de otros reinos coetáneos en un momento muy importante porque se está gestando el Estado Moderno. Compra por ostentación, como representación de su poder. En su Coronación, en 1390, el gasto suntuario supuso nada menos que el 23% del gasto anual de la Corona.
¿Te ha llevado tu tesis a replantearte la idea del lujo?
Evidentemente. Engloba los objetos realizados con materiales lujosos, oro, plata, piedras preciosas, las mejores sedas y las lanas y pieles más finas; toda una serie de productos extraordinarios, exclusivos, únicos y costosos también, de gran calidad y difíciles de conseguir. Muchas piezas son elaboradas en los talleres de la Corte, por los artesanos que el propio Rey financia; la mayoría extranjeros, franceses, en muchos casos, o de Bruselas o Castilla, y que los trae para que produzcan los mejores objetos. Los monarcas los adquirían para su uso, para la gente de su servicio, para hacer regalos y también por tratos de favor. El Rey se tenía que rodear de una camarilla que le respaldase ante cualquier problema.
La historia está muy presente últimamente en las series de televisión, ¿con rigor?
En estos últimos años, por ejemplo la serie ‘Isabel’, tienen mucho rigor. Toda esta parte del ajuar, del atrezzo, está muy bien recreada, lo cual ayuda muchísimo a imaginar cómo eran esas audiencias, esa presentación de los reyes ante las personas que llegaban a la corte… La ayuda gráfica es muy importante para entender las cosas; una película ayuda mucho, pero las imágenes también. De hecho, para las películas emplean en muchos casos cuadros o miniaturas de la época para lograr una mayor veracidad.
La tesis te ha permitido entrar en los aposentos de Carlos III y de Leonor de Castilla, ¿qué secretos has encontrado?
Este trabajo descubre en Navarra el guardarropa de los distintos miembros de la familia real. Rebusco las prendas que iban adquiriendo y las separo por colocación, desde el interior hacia el exterior. Hay distintas categorías de prendas, empezando por las interiores, como hoy en día, sobre las que luego se colocan otras capas, en mayor o menor número y con distintos grosores dependiendo de la temporada. Hay prendas unisex y otras exclusivas de hombres o mujeres, con diseños diferentes. Dentro de ese armario he ido también a la sección de los zapatos. Se observa una gran variedad y llama la atención que muchos de los modelos que hoy vemos en los escaparates obedecen a los modelos de la época: puntas afiladas de finales del siglo XIV, botas altas, botines, con esta denominación en la documentación, zapatos de plataformas de alturas enormes hasta el punto de que se llegaron a aprobar leyes para limitar la altura porque ocurrían muchos accidentes. Esta época es muy importante porque, en el tercer cuarto del siglo XIV, es cuando surge la moda; los cambios rápidos en los gustos y diseños.
¿Qué te ha enseñado la tesis?
Me ha mostrado que la Edad Media no es una edad oscura como nos hacen creer. Abarca mil años y no son todos igual de oscuros. Hay esplendor y desarrollo, se gestan los Estados, se asientan muchas bases que luego se han mantenido hasta la actualidad. La tesis pretende aportar un gratino de arena a la época, con luces y sombras, pero sobre todo con luces. ¿Cómo no va a haber brillo entre tanto lujo, entre tantas joyas?
¿Qué fuentes documentales te han permitido realizar el trabajo?
En primer lugar, el Archivo General de Navarra, esa mina de oro que tenemos. En la sección de Comptos, los Registros de los Tesoreros muestran las cuentas con los ingresos y los gastos de la Corona, que los tesoreros del Rey apuntan año tras año. En ellos se reservan unos apartados para los objetos de lujo: joyas, tejidos, telas, pieles… También ofrecen información de quiénes eran los mercaderes, los artesanos, de donde venían los productos, dónde los compraban, las medidas, las equivalencias de las monedas. Aprovechando una estancia en Francia, investigué también en los archivos de la Biblioteca de Francia, pero no son tan relevantes.
¿Qué tal te lo has pasado durante el proceso?
Es un tema que he disfrutado muchísimo, aunque no quita que haya habido momentos de estancamiento, cuando las fuentes no son tan específicas o tan descriptivas como te gustaría. Me lo he pasado bien, sobre todo buscando la iconografía, el reflejo de la documentación contable.
Si pudieras viajar en el tiempo, ¿volverías al pasado?, ¿buscarías algo nuevo en el futuro?
El futuro no debe de estar mal, pero sí que viajaría al pasado; no para quedarme, más bien con billete de vuelta. Me gustaría ver si la reconstrucción que he hecho del medievo es así, si realmente no me he equivocado tanto; también poder rellenar algunos huecos que me quedan.
Título
El retablo de la iglesia de San Miguel de Estella
Objetos del reinado de Carlos III no han llegado a la actualidad, pero sí son testigo de la época las fuentes iconográficas. En Estella, el retablo de la iglesia de San Miguel, de 1416, muestra un claro ejemplo de la moda y las tendencias de principios del siglo XV entre la clase burguesa. (Retablo completo Sta. Elena. Fotografía Kike Balenzategui)