PRIMER PLANO – Íñigo Jiménez Urbiola – Ilustrador – “Competir con las otras pelis enormes ya es algo increíble”

PRIMER PLANO – Íñigo Jiménez Urbiola – Ilustrador – “Competir con las otras pelis enormes ya es algo increíble”

Natural de Villatuerta, de 28 años, ha formado parte del equipo de animación de la película nominada a cuatro Goyas y al Oscar a la Mejor Película de Animación, ‘Robot Dreams’

Íñigo Jimenez Urbiola (30/05/1995), natural de Villatuerta, ha formado parte del equipo de animación de la película Robot Dreams. El largometraje, un filme mudo que recupera la estética de la ilustración tradicional, conseguía cuatro nominaciones a los Premios Goya y una nominación al Oscar a la Mejor Película de Animación de 2024. Robot Dreams, dirigida por el bibaíno Pablo Berger (Blancanieves, 2012) se medirá en el Dolby Theatre de Los Ángeles con grandes superproducciones, de Pixar, del director japonés Hayao Miyazaki, de Sony y Marvel y de Netflix, entre otras.

Jiménez, ilustrador profesional y docente en este campo en Madrid, ha vivido el proceso de producción de Robot Dreams desde dentro con mucha dedicación, junto a un equipo integrado por cerca de 200 ilustradores, repartidos en dos estudios: uno en Madrid y otro en Pamplona. Asegura que su participación en este primer filme premiado a nivel internacional y con posibilidades de hacer historia para España en los Oscar le permite materializar un sueño infantil, cuando con corta edad tomaba prestadas películas de animación en la biblioteca de Estella. Asegura que llegar hasta la nominación ya es un sueño cumplido. Y aún puede seguir soñando.

¿Qué supone para ti la nominación a los Oscar de Robot Dreams, película en la que has trabajado como ilustrador?
Desde el punto de vista profesional es algo increíble que mi primer proyecto de largometraje esté recibiendo tantos premios internacionales, que esté nominado a los Goya y a los Oscar. Representa un hito de carrera como para no creértelo, después de haber desarrollado, además, el trabajo desde un estudio en Pamplona. En lo personal, me parece increíble estar al lado de pelis de Pixar, de Estudio Ghibli, de Netflix, con pelis increíbles. Me acuerdo que de pequeño iba a la biblioteca de Estella a coger películas y siempre me llevaba ‘El viaje de Chihiro’, y ahora es otra peli de su director, Hayao Miyazaki, probablemente la última de su carrera, ‘El chico y la garza’, uno de los filmes con los que competimos por el Oscar. Ese niño pequeño hoy estaría muy contento.

¿Cómo has vivido el proceso?
De una manera muy agradable, muy tranquilo, dentro de un equipo en el que todos hemos estado trabajando a una, con gente de muchos sitios distintos, de Francia, de Suiza y de diferentes lugares de España. Un equipo muy completo con un ambiente muy bueno. Lo bonito de esta profesión es poder compartir trabajo y afición, poder dibujar, siempre echándonos una mano y aportando cada uno nuestro punto de vista. Acabas aprendiendo mucho.

¿Cómo se organiza un equipo de 200 ilustradores para llevar el proyecto a cabo?
Es un equipo modesto, en comparación con otros, para una película de presupuesto también modesto. Normalmente, la peli va por fases. Primero el guion, del director, luego el storyboard, que es como un cómic con viñeta que muestra lo que ocurre en cada plano, luego se pasa a animática, una puesta en el tiempo como si fuera el boceto inicial de la película. De ahí, se empieza a trabajar el layout, y se prepara la escena con el programa informático para que la gente de animación y la gente de fondos haga el trabajo.

A lo largo de todos estos pasos hemos podido participar entre 100 y 200 personas. En Pamplona hemos estado sobre todo gente de animación, que comprende, a su vez, distintos procesos. Yo he formado parte del Clean Up, que es la fase de entintado de la animación, la línea final que vemos por pantalla. Y en este último proceso tocaba también añadir dibujos faltantes. Es un trabajo muy meticuloso. Tienes que preocuparte porque todo quede bien, que no vibre la animación de forma extraña.

Robot Dreams recurre a técnicas de animación artesanales y evoca la esencia del cine clásico por su condición de película muda, ¿menos es más a la hora de contar una historia?
Si se hace bien, sí. Muchas veces es más difícil quitar que añadir, pero también te aporta más. Hay un principio en el cine o el medio audiovisual que dice que es mejor mostrárselo al espectador que contárselo, mejor ofrecer imágenes o narrativa visual que a un narrador contando porque haces más partícipe al espectador, se mete más en la peli y conectas más. Este era el reto de Robot Dreams en cuanto a la animación de los personajes.

¿Es mucho más exigente la animación en una peli muda?
El único recurso que tienes es mostrar cómo actúan los personajes. No hay palabras para ayudar, sólo están sus expresiones faciales y corporales, la composición de la escena, la luz, los colores, todo es visual. Por eso, los personajes son más sencillos, para que se vea claramente qué piensan, qué sienten y qué ocurre entre ellos, sin ruidos extra que despisten de la información que tiene que llegar al espectador.

¿Cómo son gráficamente los personajes principales de la peli?
Con volúmenes muy simples, que ayudan a la expresividad de los personajes, con línea gruesa más tradicional que recuerda la línea manual, lo que era la animación tradicional a mano, y colores planos. Hay alguna sombra e iluminación, pero los colores son planos porque el director quería recordar el estilo de la novela original, de Sara Varon, por mantener ese aspecto de cómic o novela visual.

¿Qué te gusta de lo que haces?
Dibujar, crear mundos, historias y personajes me ha gustado desde pequeño, que llegue a la gente, que transmita algo. Que un dibujo pueda moverse y cobrar vida es lo que diferencia la animación del resto de disciplinas artísticas.

¿Se les coge cariño a los personajes?
Se les coge cariño, pero a veces, un poco de odio, después de veinte mil veces dibujando lo mismo, un gesto, un movimiento, un mínimo detalle, porque un segundo de animación son 24 fotogramas. Es un trabajo muy labioso y de mucha constancia.

¿Qué aporta la animación al cine y por qué conquista a todos los públicos?
Cuando el año pasado Guillermo del Toro ganó con Pinocho el Oscar a la Mejor Película Animada dijo que la animación no es un género, es una herramienta para contar historias. Se nos encasilla como un género aparte, pero realmente dentro de la animación puedes contar cualquier tipo de historia. Por eso llega a todos los públicos. Existen muchos estilos de animación, hay tanta variedad y posibilidades que es normal que se produzcan pelis de animación para todos los gustos. La animación ayuda con aspectos que no se consiguen con la imagen real, más fantásticos.

Robot Dreams está gustando, a juzgar por los premios y las nominaciones, ¿a qué se debe? ¿Por qué hay que verla?
Los dibujos son sencillitos, más infantiles, pero la lectura de la historia que cuenta es un punto fuerte que ha hecho triunfar a la peli. Está dirigida más a los adultos que a los niños porque habla de relaciones humanas, de saber dejar ir, de cómo las personas buscamos no estar solas.

¿Este proyecto con Berger te puede abrir más puertas? ¿Es difícil entrar en un equipo de animación?
Este es un mundo de moverte mucho. Es común que incluso antes de acabar una peli estés buscando otros proyectos a los que poder ir, una peli, una serie de televisión. Tener un CV con un proyecto con cuatro nominaciones a los Goyas y a un Oscar y que ha sido premiado en otros festivales es un punto a tu favor. Y, además, ya tengo material para mi portfolio.

Nominaciones a día de hoy, quizá una peli premiada. ¿Tienes buenas vibraciones?
Está muy difícil, no voy a mentir. Pero llegar hasta aquí ya es una victoria. Si nos lo llevamos, se suma el triunfo, pero si no ganamos no vamos a estar para nada decepcionados. Competir junto con las otras pelis enormes es algo increíble. Seguimos soñando.

¿Cómo vas a seguir las galas de los Goya y los Oscar?
Miembros del equipo vamos a ir a Valladolid, a ver si podemos conseguir entradas para seguir la gala en directo. El 10 de marzo, los Oscar los veremos online. Coinciden con las fiestas de mi pueblo, las de San Veremundo, a ver si el patrón ayuda.

 

Cinco nominaciones

Nominación al Oscar 20024 a Mejor Película de Animación.
– ‘El chico y la garza’, Hayao Miyazaki.
– ‘Elemental’, Disney/Pixar.
– ‘Nimona’, Netflix.
– ‘Robot Dreams’, del director Pablo Berger.
– ‘Spider-Man: Cruzando el Multiverso’, Sony/Marvel.

Cuatro nominaciones a los premios Goya: Mejor película de animación, Mejor guion adaptado, Mejor música original y Mejor montaje.

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