¿Cómo entras en contacto con el boxeo?
Mi primer contacto fue con 17 años. Mi padre nos sugirió a mi hermano y a mí que nos apuntáramos a alguna actividad para saber defendernos y nos apuntamos a clases de boxeo en la casa de la juventud. Siempre me había gustado el boxeo, de pequeño lo veía en la tele y me llamaba la atención. Además, mi abuelo Rafael Astarriaga Huarte, hacía boxeo y recuerdo que me hablaba de ello. Seguramente de él me viene un poco esta afición.
En un principio combiné el boxeo con el fútbol, pero cuando empecé a trabajar me apunté al gimnasio. Fue hace tres años cuando empiezo a tomármelo más en serio. Entreno con el Boxing Club Boxrus de Pamplona seis días a la semana y compito en todas las veladas que puedo.
Te exige una gran dedicación, ¿qué tiene de atractivo?
La verdad es que voy hasta Pamplona para entrenar hora y media cada día, además de cuidar mucho la alimentación por el tema del peso. Para mí el boxeo, entrenar, es algo que tengo que hacer, que me hace sentir bien. Si pruebas el boxeo te engancha, pero también exige mucho a nivel físico, tras un combate de 9 minutos sales baldado, sin aliento.
¿Cómo se desarrolla un día de competición y cómo vives esos nueve minutos sobre el ring?
El día que tengo velada llego por la tarde, te pesan para confirmar tu peso y luego comes y descansas un poco. Comienza a llegar el público y te empiezas a poner nervioso. Cuando te vistes y te dicen el orden en el que vas a salir es cuando de verdad sientes la tensión. Llega el momento de subir al ring y lo hacemos con la protección bucal, las vendas y los guantes. Yo subo siempre para dar el cien por cien. Son nueve minutos muy intensos, repartidos en tres asaltos de tres minutos y dos descansos de un minuto. Aunque nueve minutos no es mucho tiempo, a los boxeadores se nos hacen eternos.
¿Es violento un combate? ¿Llegáis a haceros daño?
Somos boxeadores amateurs por lo que se nos intenta proteger. Llevamos guantes un poco más grandes que los profesionales y en el ring no puede haber sangre. Cuando se dan varios golpes seguidos hay una cuenta de protección, pero sí que es cierto que te estás dando golpes y los golpes son golpes.
De todos modos, yo no diría que el boxeo es un deporte violento. Por un lado, la afición no es tan agresiva como puede ser la del fútbol y entre los boxeadores la relación es muy buena, te pegas y quieres batir al contrario pero lo que pasa en el ring se queda en el ring. En cuanto terminamos nos abrazamos con sinceridad. En difícil de explicarlo pero yo no quiero hacer daño a mi contrincante, aunque sí que quiero ganarle.
¿Se está popularizando en los últimos tiempos la práctica del boxeo?
Los gimnasios se están empezando a llenar de mujeres, de personas mayores, niños y niñas que practican el boxeo. Todo el mundo puede hacerlo a su nivel, con y sin contacto. El boxeo tuvo su época dorada hace unos años, luego bajó su popularidad pero ahora está volviendo, la gente lo practica y se organizan muchas veladas. Por ejemplo a una velada en Bilbao hace poco acudieron 14.000 personas. Se vuelve a mover dinero e interesa tanto practicarlo como ir a verlo.
Además de una buena forma física, ¿es importante también una gran fortaleza mental?
Sí, sobre todo por el tema de la alimentación, para mí es lo más complicado de todo, aunque me guíe un nutricionista. Como compites en un peso siempre estás pendiente del peso y de lo que comes. Si no lo llevas bien, se puede convertir hasta en una obsesión. Por otro lado, el tema mental es también importante en la competición; de hecho, en el gimnasio trabajamos este tema y hablamos mucho, además de hacer preparación física, técnica y sparring. En un combate a veces tienes que tomar decisiones rápidas, tienes que saber reaccionar, y para esto has de estar preparado.
¿Cuáles son tus retos?
Me los planteo en el momento. Por ahora quiero competir todo lo pueda, me gustaría competir más, pero no me van a dejar y, además, no es sano. Yo disfruto como amateur y me dicen que soy muy técnico. No es que sea un reto, pero sí un sueño llegar a competir algún día en profesionales.
Triunfo en la velada de La Chantrea
Combate disputado y con triunfo para Iker Rodríguez. La velada de boxeo celebrada el sábado 13 de abril en el polideportivo del CIP Virgen del Camino, en el barrio pamplonés de La Chantrea, ofreció un bonito combate entre el estellés y Bobo Difate. Un cambio de última hora de su contrincante no impidió la victoria de Rodríguez. “Estoy muy contento. El chico contra el que iba a pelear no pudo venir y al final me enfrenté al campeón de Aragón de peso ligero. Fue una pelea bonita, un combate muy disputado pero que salió muy bien. El chico me pasaba un palmo de altura y yo me llevaba golpes rectos y me costó entrar, pero al final pude ganar”, explica. Su próximo combate será en mayo en La Rioja.