¿Qué sentiste cuando tus compañeros de la rondalla te comentaron la idea de proponerte como Hijo Adoptivo de la ciudad?
Me comentaron a ver qué me parecía y les dije: ‘vosotros veréis’. Yo no pretendo ser importante ni nada, simplemente mi afición es archivar lo que sucede y participar en las cosas de la ciudad.
¿Por qué crees que te quieren dar este título?
Dicen que porque tengo un archivo amplio con recortes de lo que ha ido sucediendo en Estella y Merindad; porque colaboro con escritos y participo en las actividades de la ciudad. En definitiva, porque doy a conocer la historia de Estella.
¿Sabes que se trata de uno de los mayores reconocimientos que puede conceder un Ayuntamiento?
No me parece mal, pero tampoco me siento eufórico.
Si te nombran hijo adoptivo, ¿cómo lo celebrarás?
Supongo que haré algo con los amigos.
¿De cuántos libros consta tu archivo?
No lo sé seguro. (Se levanta y se dirige, mientras silba alegremente, hasta la estantería donde guarda los archivos). Creo que son 105 libros que contienen más de 20.000 fotografías. Son unos 60 años de la historia de Estella.
¿Qué hechos ocurridos en la ciudad nunca olvidarás?
Nunca olvidaré las riadas de 1960, se inundó buena parte de la ciudad. Creo que fueron en ese año. (Coge la pequeña libreta donde tiene apuntadas cientos de fechas y anotaciones y en un momento confirma la fecha del suceso).
“Cuando salgo a la calle muchas personas me muestran su aprecio y
me saludan”
Tu afición por archivar y tu interés por la información y los asuntos del Ayuntamiento te perfilan como periodista, ¿nunca te planteaste estudiar algo relacionado?
Empecé a escribir al formar parte de la Peña Urbasa. Luego sí que alguien me propuso como corresponsal pero no quise. En cuanto a los asuntos del Ayuntamiento, como pertenecí al Círculo Católico, que vigilaba las cuentas del Ayuntamiento, ya me aficioné y he ido a casi todos los plenos.
¿Qué tiene para ti Estella, la ciudad que te quiere nombrar como su hijo adoptivo?
Para mí, lo mejor que tiene Estella es que su gente es amable y muy tratable. Cuando salgo a la calle muchas personas me muestran su aprecio y me saludan. Ya me dicen enhorabuena y todo, y yo les digo: “¡que todavía no me han nombrado nada!”. (Sonríe).
A una persona que no conoce la ciudad, ¿qué le recomendarías visitar?
Le diría que se diese un paseo desde el parque de Los Llanos hasta la Basílica del Puy. También le recomendaría visitar la portada de San Miguel y subir a Montejurra, así como visitar localidades cercanas como Bearin, Ayegui o Villatuerta.
¿Cómo te gustaría ser recordado?
Como un ciudadano que se ha preocupado por las cosas de Estella y que, encima, las ha publicado.
Más de 80 años en Estella
Domingo Llauró Campos nació el 15 de mayo de 1929 en Mataró (Barcelona). Llegó a Estella junto su familia en 1939, el año en el que hizo la Primera Comunión. Después estuvo estudiando en Bilbao, donde tenía un tío escolapio. De esos tiempos recuerda los viajes que realizaba en el ‘trenico’. Domingo Llauró ejerció como ebanista hasta que comenzó a trabajar en las oficinas de La Estellesa donde se jubiló. A lo largo de su vida ha colaborado de manera altruista en numerosos acontecimientos culturales, históricos, musicales y artísticos de la ciudad, además de haber conseguido archivar más de 60 años de la historia de Estella. Fue el cofundador y primer secretario de la asociación de Amigos del Camino de Santiago. Ha colaborado en números medios de comunicación y ha participado en la recopilación del patrimonio inmaterial de la ciudad. También ha publicado alguna obra como ‘Estella. Imagen en el recuerdo’ (2003) y ‘Siluetas de Estella’ (2012). Su interés por la ciudad, le llevó a involucrarse en numerosos colectivos. Su vida ha estado y está ligada a la investigación e información sobre la ciudad del Ega a la que tanto quiere.