PRIMER PLANO – Bruno Aráiz Gainza- Ex capitán del Izarra – “Cuando no se puede seguir, hay que decir adiós”

PRIMER PLANO – Bruno Aráiz Gainza- Ex capitán del Izarra – “Cuando no se puede seguir, hay que decir adiós”

Después de 26 años de trayectoria, el jugador del Izarra se despide ante la imposibilidad de compatibilizar trabajo y entrenamientos

Veintiséis años han permitido a Bruno Aráiz Gainza (22/10/1984) crecer en el Izarra. El estellés ha defendido los colores del equipo de su ciudad desde su llegada en 1991 a la categoría Benjamín hasta el pasado 27 de mayo, cuando jugó el segundo encuentro de play out con el primer equipo y lograron la permanencia. Entonces no sabía que sería su último partido. La decisión del club de trasladar los entrenamientos de la tarde a la mañana lleva al equipo a una situación de cuasi profesionalidad, que ha puesto a Bruno Araiz en la tesitura de tener que elegir entre su trabajo, como profesor en el colegio Nuestra Señora de El Puy, y su pasión, el Izarra.
Aráiz dice adiós ante la imposibilidad de compatibilidad ambas facetas, al igual que otros compañeros del equipo. Asegura que nunca va a dejar de sentirse parte del club, aunque la próxima temporada le toque ver los partidos desde las gradas.

¿Por qué te vas?
Las circunstancias no se daban. El presidente anunciaba un cambio de horarios en los entrenamientos, que pasaban de las tardes a las mañanas. Esta modificación me sorprendió y me ha llevado a tomar una decisión que de otra manera no la hubiera tomado, pero no puedo compatibilizar. Para mí es prioritario mi trabajo en el colegio El Puy, que siempre me ha dado muchas facilidades y al que estoy muy agradecido. Así que cuando no se puede seguir hay que decir adiós.

¿Hubieras seguido más temporadas?
Siempre he dicho que no quería dejarlo cuando estuviera ya arrastrándome por el campo, sin dar el nivel. Pienso que hay que decir “ya” cuando no puedes aportar al equipo, antes de desequilibrarlo, pero yo podía haber seguido algún año más porque físicamente todavía me encuentro bien.

¿Cómo viviste tu último partido?
La temporada ha sido dura con el cambio de entrenador y de jugadores y no hemos estado al nivel que deberíamos. Llegamos al play out sabiendo que nos jugábamos todo a dos partidos, pero fuimos muy serios, el equipo compitió de maravilla y se ha merecido seguir en 2ª B. Evidentemente, el partido, que se ha convertido en mi último partido en el Izarra, ha sido muy muy muy especial. Estoy orgulloso por haber podido ayudar a mantener al equipo en Segunda B. Me voy tranquilo, con la satisfacción del trabajo bien hecho.

¿Qué vas a echar de menos?
Sobre todo en el día a día, tratar con tanta gente buena. En un vestuario se comparten muchas cosas y se forjan amistades muy fuertes, e incluso aprendes a disfrutar de los malos momentos. Es lo que más voy a echar de menos, la relación con los compañeros, y también la competición. Jugar un partido en Merkatondoa siempre es especial por su ambientillo. Cuando empiece la pretemporada me voy a sentir bastante raro. Voy a tomarme un tiempo para descansar y desconectar, aunque sé que voy a estar ligado al Izarra de una manera u otra toda la vida. Subiré a Merkatondoa siempre que pueda.

¿Cómo era el primer equipo cuando tú llegaste? ¿Había más gente de casa que ahora?
Era muy diferente, sí que había mucha más gente de casa. En realidad yo aprendí muchas cosas con compañeros como Valencia, Tabar, José Echarri, Raúl Santos, Israel López, Zabaleta… Había mucha más gente y muy válida. Es indudable que a la gente de Estella le gusta ver a cuanta más gente de casa mejor. Sería necesario trabajar mucho la cantera para dar oportunidad a la gente de aquí. De hecho, la clave de un club es que la cantera triunfe y, por supuesto, hay que hacer también fichajes de gente que marca la diferencia. En estos últimos años el equipo ha contado con jugadores de Pamplona que se han identificado mucho del club y se les ha considerado de casa.

¿Cómo recuerdas tus inicios?
Empecé en categoría Benjamín y en aquella época estábamos muchísimos críos. El entrenador, Chus Rández, tenía que hacer convocatorias para los partidos. En la primera convocatoria me quedé fuera y no jugué. Me acuerdo como si fuera ayer de la llorera que me pegué.

Veintiséis años después, ¿cómo resumes tu trayectoria de dedicación al club?
Para mí ha sido una forma de vida. Me he educado en el colegio de El Puy pero también en el Izarra. La educación a través del deporte es muy sana. Si lo llevas de forma adecuada, te da unos valores que no te los da otros aspectos de la vida. He pasado muchísimo tiempo en Merkatondoa, casi más tiempo que en casa, con tres o cuatro entrenamientos de dos o tres horas entre semana más el partido en fin de semana. Han sido 26 años en el club y lo siento como un orgullo. Voy a llevar al Izarra en las venas siempre.

¿A veces el fútbol no ofrece los mejores ejemplos, no te parece?
Últimamente se están sacando los pies del tiesto. A los críos hay que dejarles que disfruten jugando, no trasladarles presión por la victoria. Pero, como digo, si se enseña de manera adecuada, el fútbol aporta valores como el compañerismo, la humildad, la generosidad y el trabajo en equipo. El fútbol es un deporte colectivo y sin equipo no eres nadie, Messi sin Argentina no es absolutamente nadie. En mi opinión, el fútbol base es muy importante y por ello los clubes han de llenarse de buenos entrenadores y educadores.

¿Tu momento más feliz en el Izarra?
Es muy difícil decir uno. Tengo un recuerdo muy bonito del fútbol base, cuando quedamos campeones dos años seguidos en la Copa Federacion de Navarra. Luego, con el primer equipo todos los ascensos han sido muy especiales, y los campeonatos de liga también. Hubo un año que bajamos a Preferente, bajamos a Tercera y luego fuimos campeones. Y, por supuesto, voy a guardar con mucho cariño mi último partido, así como el primero, mi debut en Tafalla, en el que empatamos a 3 con la Peña Sport.

¿Qué te ha aportado a nivel personal tu pertenencia al club?
Mucho orgullo. Jugar en el Izarra para mí ha sido lo máximo. No aspiraba de pequeño más que a esto. Ir por la calle y que la gente te pregunte qué habéis hecho, es bonito.

¿Estás siguiendo el Mundial? ¿Tu pronóstico?
Hicimos la cuadrilla una porra y yo que soy muy del Barça y muy de Messi puse que ganaría Argentina, aun sabiendo que estaba complicado porque el equipo no está muy fuerte. Al margen de mi apuesta, me gustaría que ganara España pero veo a Brasil como favorito.

TRAYECTORIA Y ÉXITOS

Bruno Aráiz llegó con 7 años a la categoría Benjamín del Izarra. Con 17, en la temporada 2000-2001 entró en el primer equipo, del que ha sido capitán en las últimas siete temporadas. Durante todos estos años, el Izarra ha quedado campeón de Tercera División en tres ocasiones y ha ascendido cuatro veces a 2ªB, la categoría en la que volverá a jugar la próxima temporada después del play out que les dio la permanencia. Bruno Aráiz ha sido también durante doce años entrenador en las categorías inferiores.

 

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