MI RUTA POR TIERRA ESTELLA – Vuelta circular por Gastiáin, puerto de Narcué y valle colgado

El valle de Lana ha conquistado a las dos montañeras que describen la zona como una de las más desconocidas de Tierra Estella. “Es un valle recogido, precioso, que ha mantenido la tradición carbonera, tradición que se aprecia en la ruta. Es un recorrido muy variado y se alternan recorridos entre hayedos y robledales”, completa Elena Cereceda.
La ruta escogida parte de la localidad de Gastiain por una pista entre cultivos en dirección a Narcué. Poco a poco va ascendiendo hasta tomar el camino de Sarria y los bojedales se van convirtiendo en robledales. En el camino se encuentran algunos ejemplares de roble centenarios que merece la pena pararse a contemplar.

Cerca de la antena de Txurritxeta, hay que tomar a la izquierda por el puerto de Narcue, una preciosa senda en la que el montañero se topará con Peña Larga, una peña suelta, desgajada del resto del farallón rocoso. Poco a poco irán apareciendo las hayas, hasta que se alcanza la base del roquedo, donde se recomienda parar para disfrutar de la vista, de las peñas y, de paso, reconocer el trabajo de quienes consolidaron con piedras este camino tradicional.
Una vez ganado el raso, la ruta discurre hacia la izquierda hasta llegar a la primera cima de la excursión, Irasabela (1.095 m), con el único objeto de disfrutar de uno de los mejores miradores del Valle. Está marcada con un pequeño buzón y un hito de piedras y, seguramente, acompañarán en la parada algunos buitres leonados.
De aquí se retorna al puerto para tomar el camino hacia la balsa de Okomendia, entre rasos y hayedos. Desde la balsa se coge el camino de la izquierda, que entre bojes y enebros lleva a la cima más alta del recorrido, Montesanto/Otzamendi (1.258 m), con un vértice geodésico y buzón metálico, desde el que en días claros se contempla una espectacular vista de los Pirineos, del monte Beriain, de Aralar y otros picos emblemáticos.
Se continúa hacia el oeste hasta llegar a Arnaba, identificada con un buzón del Club Montañero Gazteiz, otro impresionante balcón al Valle de Lana, desde el que se ve desde arriba el valle colgado, una curiosa formación entre dos farallones rocosos.
Desde aquí hay que retroceder un poco hasta tomar la senda marcada con un hito de piedras que llevará por el recogido valle colgado, en el que junto a las hayas se encuentran algunos impresionantes tejos. Una vez abandonado el hayedo, la ruta continúa en descenso por una cascajera, que luego tomará una pista hacia la derecha, hasta llegar a la granja y, de ahí, a Gastiain. En total, seis horas y media de bonitas vistas y autóctona en una de las zonas de vegetación mejor conservadas de Tierra Estella.