
¿Qué es la fotomanipulación?
Para mí es magia. Es crear algo fantasioso, algo irreal, partiendo de fotos que entre sí no tienen nada que ver.
¿Desde cuándo la cultivas?
Siempre he pintado y he hecho fotografías, pero con la fotomanipulación comienzo hace tres años. Un amigo me anima a comprar un ordenador y empiezo a retocar fotos para sacarle más partido. Me llamaban la atención los carteles, las vallas publicitarias por el tipo de foto más creativa, y empecé a probar. Me encanta la creatividad y cuando realicé el primer montaje, me enganché.
Eres un artista muy prolífico…
Suelo hacer un trabajo por semana. Estoy muy enganchado. No es que sea una afición, es que siento verdadera pasión. Cuando no estoy trabajando frente al ordenador, tengo las ideas en la cabeza dando vueltas.
¿Qué intención tienen tus fotocreaciones?
Divertirme y divertir, asombrarme y asombrar. Entretener. Hacer que la gente se ría, se sorprenda, se asuste. En definitiva, crear emociones.
Tu estilo es el surrealismo, ¿de qué fuentes bebes?
Busco el impacto, que mi trabajo dé al ojo, pero el tratado de la imagen es hiperrealista, con mucho detalle. Intento que no parezca un montaje para llevar a la confusión. Me gusta provocar ese choque entre lo que ve el ojo y lo que entiende el cerebro. ¿Y mis fuentes? Sobre todo Internet e Instagram, pero hay varios autores que me encantan, como Erik Johansson, John Wilhelm, Pierre Beteille y Adrian Sommeling.
¿Cómo se te ocurren las ideas?
Las provoco. Observo lo que hay a mi alrededor y me vale todo. Estella, el campo, la familia y hasta yo mismo son motivos para los trabajos. No me pongo límites.
¿Te gusta ser protagonista de tus obras?
No tengo otros modelos y me encanta reírme de mí mismo. También es que me tengo a mano, aunque no es lo más fácil porque poso, siempre pensando en el resultado final, y le doy al disparador a la vez.
¿Te lleva mucho tiempo realizar un montaje?
Mucho. No sólo está la parte de ordenador, la más sencilla. La otra, la de pre producción, es lo que más requiere. Hago hasta bocetos para visualizar el trabajo y luego voy al lugar del escenario. Cuando ya tengo un fondo que me convence, sigo adelante. Cuido mucho los detalles, que las fotos estén hechas en la misma orientación, a la misma hora y con la misma luz pensando en un buen resultado final.
¿Qué valor le das a las redes sociales para la difusión de tu trabajo?
Las redes sociales tienen un valor inimaginable para exponer tu trabajo. No es mostrarlo en una sala, en las redes todo el mundo puede verte, compartir y opinar sobre tu trabajo. Es una forma cómoda de decir aquí estoy.
ME QUEDO CON...

José Antonio Basalo elige la imagen de su ‘yo doble’ como una de sus favoritas. Explica que la idea la tomó del trabajo de una artista japonesa y no dudó en darle su propio estilo. “Busqué fotos de cuando era pequeño y solo encontré una que me encajara para el montaje. Para mí es muy emotivo el resultado porque soy yo con 14 años y 34 años después. Me permite ver el cambio de mi propia vida”, explica. Cuando ve el trabajo se agolpan las sensaciones. “Me siento violento, extraño, incómodo por estar con la persona que estuvo y ya no está así. Es inquietante porque estoy compartiendo un instante de mi vida imposible de compartir”.