El presidente de Laseme, Ángel Ustárroz, se refería a la contribución del hospital comarcal a la implantación empresarial en la zona y la fijación de población. “La estructura actual de la merindad no sería hoy la misma sin el Hospital García Orcoyen. Áreas como la salud son garantes de la calidad de vida de la población y, por ende, de los trabajadores”, declaró.
El impulso que Jesús García Orcoyen realizó en Tierra Estella se reconoció en presencia de su hija. Cristina García-Orcoyen no siguió el camino profesional de su padre. Desde hace 22 años realiza una intensa labor en el campo de medio ambiente. Directora de la Fundación Entorno en la actualidad, ha sido durante trece años vicepresidenta del Consejo Asesor de Medio Ambiente de la Unión Europea y eurodiputada.
Inicios del Hospital
Cristina García Orcoyen estuvo arropada en la mesa del salón de plenos del Ayuntamiento estellés por la alcaldesa, Begoña Ganuza; la consejera de Salud, María Kutz; la directora del hospital, Marisa Hermoso de Mendoza, y el concejal y médico Javier del Cazo. Del Cazo se refirió a los inicios del hospital comarcal y a sus dificultades económicas. Destacó sobre todo la gran ilusión del personal y el compromiso adquirido para prestigiarlo y acercarlo a los ciudadanos.
Por su parte, Marisa Hermoso de Mendoza aseguró que Jesús García Orcoyen se sentiría muy orgulloso de ver la evolución que ha sufrido el hospital. El edificio nació como centro de coordinación sanitaria del área de Estella dirigido a 62.000 habitantes. En 1977-78 comienza su puesta en marcha con 50 camas. “Desde ese momento no ha dejado de crecer”, declaró. En la última ampliación se pasaba de 7.000 metros cuadrados de superficie a los 21.000 y cuenta con 105 camas, tres quirófanos y un cuarto en obras, además de nuevas especialidades, servicios, personal y avances técnicos. De los más de 400 trabajadores, un cuarto son titulados superiores.
Cristina García Orcoyen se desplazó hasta Estella acompañada de sus dos hijos. “Me siento muy feliz por estar aquí. Es muy bonito que después de veinte años de su muerte, se guarde la memoria y el afecto por un hombre de bien, navarro y estellica hasta la médula. Significa mucho para mí y mis hijos”, declaró. Entre anécdota y anécdota la hija del homenajeado aseguró que su padre nunca dejó de ser navarro. “Cuando cogía el coche dirección a Estella, cuando sabía que en unas horas estaba aquí, se le cambiaba hasta el acento”, añadía. Los restos del médico Jesús García Orcoyen descansan en el cementerio de Muniáin, donde adquirió una casa. “Ha sido un momento emocionante entrar al cementerio y ver que los vecinos habían llenado su tumba de flores”. •