
Como es tradición en uno de los barrios históricos de la localidad, las fiestas comenzaron en viernes por la tarde. A las ocho, un reparto de txistorra y de patatas asadas congregaba a numerosas personas, de todas las edades, en la plaza de Espoz y Mina, para empezar con buen pie y con el estómago lleno. Seguía la música en directo del grupo ‘A kontramarea Show’, una sesión de bingo, el torico de fuego para las familias y más música para prolongar la velada.
El sábado amanecía relativamente temprano con las dianas que tocaron los gaiteros y gaiteras del barrio a las nueve de la mañana. Seguía una rica chocolatada para entonar el cuerpo, servida por voluntarias del barrio bajo una carpa en la plaza y que pasearon, también, en un pequeño carro por los diferentes comercios en agradecimiento al apoyo para que las fiestas fueran una realidad.
Cabe recordar que la Asociación de Vecinos del Barrio de San Miguel financia su programa con una subvención de 1.200 que aporta el Ayuntamiento y que se concede a todos los barrios para este fin. Además, depende del apoyo económico o en especie que ofrecen los establecimientos socios y los propios vecinos a través de una colecta.
Sábado animado
La mañana del sábado estuvo dedicada en buena parte al público infantil con pompas de jabón, hinchables y encierro infantil de carretones. También se celebró el segundo torneo de bolos y una comida popular que reunió a 180 personas en la calle. En la sobremesa la Asociación de Vecinos rindió un pequeño homenaje a uno de sus vecinos y socios, Luis Crespo, en agradecimiento a su implicación durante años. “Fue un momento de reconocimiento emotivo, muy de gente de casa, sin mayor pretensión. Lo llevamos haciendo desde hace tres ediciones, a la gente que siempre está ahí”, destacó el presidente del colectivo, Mikel Roig. Se le hacía entrega de una pequeña obra en cerámica que representa al barrio.
Tras la comida, hubo sorteos y campeonatos de mus, brisca y Martino. A las cinco de la tarde, numerosas mesas nutrieron un rastro infantil que permitió la compraventa de juguetes, libros y otros artículos entre los niños y las niñas que participaron. Fue una tarde lúdica de intercambio y sorpresas.
La música de ‘A Kontramarea Show’ tomó el relevo a la tarde con el mejor amiente y siguió también por la noche, interrumpida por el torico de fuego en la plaza Espoz y Mina. Un bingo cerró la programación del sábado. El domingo ya solamente tuvo espacio para el deporte, con la celebración de las finales de pelota del ‘Abierto San Miguel, en el frontón del Rebote, organizado por el club Lizar Jai. El lunes, día del patrón, se ofició misa en la iglesia parroquial.
Mikel Roig, presidente de la asociación de vecinos, realizaba una valoración muy positiva de las fiestas del barrio en relación con la implicación de los socios, de los vecinos que apoyaron y que participaron, y el buen tiempo. “La afluencia ha sido muy buen, el sábado se juntó mucha chavalería que estuvo muy a gusto. Estas fiestas son posibles gracias a la gente voluntaria que colabora, desde llevar las mesas y las sillas hasta el reparto. Gracias a la participación de los servicios del ayuntamiento y de gente que se acerca a la asociación con ideas, podemos decir que este año las fiestas han salido redondas”.
Demandas de más limpieza, mantenimiento y reposición de mobiliario urbano
La Asociación de Vecinos del Barrio de San Miguel se creó para velar por los intereses del barrio y defender sus demandas y necesidades. Desde el colectivo, su presidente, Mikel Roig, destaca la necesidad de una mayor limpieza en el barrio, así como labores de mantenimiento y de reposición de mobiliario urbano –especialmente bancos y papeleras-en diferentes puntos. “Son pequeñas cosas, pero importantes para el día a día. Por ejemplo, echamos de menos que se realicen podas de árboles y nos preocupa la orilla del río en torno a la pasarela, donde un día se equipó con bancos, papeleras y vallas que se ha ido degradando y poco queda de lo que fue”, destacó.
Otra cuestión es la falta de aparcamientos. “El barrio ha crecido mucho con vivienda nueva como con demanda de pisos que se han alquilado. Hay mucha ocupación y vemos que el espacio físico para aparcar es limitado. Tenemos el aparcamiento de tierra en Cordeleros, que se queda poco, y estaría bien que se le diera alguna vuelta a este tema, que se pensara a futuro en algún proyecto o idea”, expresó.
