
Con un presupuesto de unos 2.700 euros, los vecinos del barrio de San Pedro diseñaron un programa festivo con numerosos actos. El viernes, después del concierto, tuvo lugar la tradicional chistorrada y, a las 22 horas, se prendió fuego a la hoguera en El Recial.
El rojo del fuego se unió al multicolor de los fuegos artificiales, que iluminaron la noche de San Pedro. Y al calor del fuego se unió el del tiempo, lo que provocó que la jornada festiva del sábado estuviese protagonizada por las altas temperaturas. El sábado comenzó con las dianas y la gigantada txiki.
Por la tarde, se celebró una misa en la Iglesia de San Pedro en honor del santo. La chocolatada se retrasó y los juegos infantiles no tuvieron mucha afluencia de niños y niñas. “La afluencia de gente aumentó en la chistorrada, Baile de Era y torico de fuego. El calor fue insoportable”, informaba Antonio Aramendía, presidente de la asociación de Vecinos del Barrio de San Pedro.
San Pedro, más limpio
La celebración de las fiestas del barrio coincidió con el estreno de unas calles más limpias. Los días anteriores a las fiestas, el nuevo Ayuntamiento de la ciudad del Ega, llevó a cabo diversas tareas de limpieza en la escalinata de San Pedro y en las diversas calles y plazas del barrio.
“Todo lo que sea tener el barrio más limpio nos parece bien. De esta manera, cuando nos visitan turistas y peregrinos, encuentran limpia la zona”, expresaba Antonio Aramendía, quien también apuntaba que una de las primeras necesidades que tiene el barrio es el arreglo del ascensor, que vuelve a estar averiado.