La iniciativa a lo largo del recorrido del encierro comenzaba oficialmente a las doce del mediodía, una vez que los participantes se reunieron en la plaza de los Fueros para conocer los últimos detalles y colocarse el pañuelico rojo. Vecinos de todas las edades, antiguos integrantes del colectivo y gente particular sin vínculos con el grupo pero conocedores de la coreografía secundaron un acto que, en cierto modo, trasladó a la ciudad a sus fiestas patronales.
Los organizadores contaron con la participación de los danzaris txikis del colectivo, los adultos, y de otros grupos de folclore, muy unidos con Larraiza, que quisieron secundar la iniciativa: el de Saint Jean Pied de Port-Donibane Garazi; Urretxu, Amaiur de Pamplona y el grupo local Virgen del Puy-San Andrés. La iniciativa no hubiera sido posible sin la aportación musical de los gaiteros Iturrieta, de Estella; Ezpelur, de Pamplona, y de los gaiteros de Tudela y de Cintruénigo, además de la colaboración de la Unión Musical de Estella-Banda de Música.
La Jota Vieja reinó a lo largo del recorrido y se convirtió en desfile al llegar a la plaza de toros, donde se realizó un homenaje a la bandera y se interpretó el Baile de la Era. Los danzaris en activo de Larraiza, con sus trajes tradicionales, y las parejas que se sumaron al evento, de blanco y rojo, cambiaron por unos momentos la imagen típica del coso taurino estellés, ante unas gradas llenas de público.
Larraiza Taldea no quiso dejar de lado los agradecimientos y los homenajes y entregó una placa, unos pañuelicos y un detalle al club montañero, como reconocimiento histórico, dado que el grupo de danzas se gestó en el seno de este colectivo. Fue Guillermo Moratinos quien representó al Club Montañero en la plaza de toros.
La fiesta continuaba después en la plaza Santiago con una comida que reunía a 300 comensales y que servía para el encuentro. Durante la jornada, el público pudo disfrutar en el mismo lugar con una exposición de fotografías que recorrían los 50 años de historia del colectivo.
Irati Txasko, miembro en activo del grupo de danzas Larraiza Taldea e implicada en la organización del Día, mostró su satisfacción por la respuesta lograda. “Reto conseguido y superado. Ha salido mejor de lo que pensábamos”, decía, sin olvidarse de los agradecimientos. “Éramos muchos, pero se colaboró muy bien a la hora de dividirnos y de organizar, con muy buena actitud. Gracias a ellos salió todo bien”.
Txasko se refirió también al buen resultado de toda la jornada. “Aparte de bailar y de que haya sido especialmente bonito, hay que destacar el ambiente, la unión de generaciones también en la comida y el encuentro entre personas que hacía tiempo que no se veían. El ambiente ha sido la guinda. Ha sido un día que lo hemos disfrutado todos”.
El último paso del homenaje
Después de un año cuajado de actividades en torno a la celebración del 50 aniversario, Larraiza ejecutará en noviembre, con motivo de San Andrés, el último paso. Se trata del festival de baile que ya realizan en esas fechas desde hace varios años, pero con una mayor participación de grupos y, por tanto, un mayor alcance.
Buenos dias quisiera recibir la foto de la portada sin letras ni publicidad, la de la plaza de toros con todos los dantzaris, no esta o no la encuentro en la galeria
Gracias de antemano
Eduardo Crespo