La multiexposición fotográfica es una técnica que viene de lo analógico y que Irulegui la ha trasladado al formato digital. Consiste en realizar fotografías de un mismo elemento desde diferentes encuadres para después hacerlos convivir mediante la superposición. “Vivo en un entorno privilegiado, puedo observar la naturaleza desde muy cerca y vi cómo durante el confinamiento iba retomando su espacio, ocupando senderos y caminos”, expresó el artista durante la inauguración de su muestra.
Junto a las fotos tomadas durante el confinamiento, el estellés reutilizó otras de su archivo y fue haciendo también anotaciones de lo que quería trabajar después. Todas son imágenes de la naturaleza, entre las que destaca el árbol como nexo de unión. Un árbol desnudo, sin hojas. “Por su estética y porque me lleva a otras referencias que tengo en el mundo del arte, como el arte oriental, con su contraste del blanco y le negro, el expresionismo abstracto americano de Jackson Pollock y el informalismo”. En sus series, Irulegui se ve influenciado también por el lenguaje adquirido en un trabajo previo cuando realizó ilustraciones para poetas.
Las fotos que han permitido construir la obra del artista estellés han sido tomadas en Tierra Estella, en el entorno de la ciudad del Ega, Montejurra e Igúzquiza. “Pero ninguna es reconocible. Está pensado hacia lo universal. Son paisajes, obras oníricas, poéticas, evocadoras, que permiten diferentes lecturas, al igual que cuando leemos una poesía”, describió Irulegui.
Junto al artista, el concejal de Cultura, Regino Etxabe, participó en la rueda de prensa. El edil destacó el interés del Museo por dar a conocer la obra de los artistas locales. “El Ayuntamiento quiere fomentar la creación, no sólo la contemplación de arte y espectáculos. Por ello los talleres de teatro, de danza, de litografía”.
Pedro Irulegui ha expuesto en la pinacoteca estellesa con antelación. En 2016 participó en la iniciativa ‘Miradas cruzadas’ con una obra de interpretación de uno de los cuadros de Gustavo de Maeztu.