La vigésimo quinta edición dejó claro que la Semana está más que consolidada. Su amplia programación, de mañana, tarde y noche, ha supuesto este año una inversión de 100.000 euros financiados principalmente por el Ayuntamiento de la ciudad y por el Gobierno de Navarra.
La Semana comenzaba el lunes 15 con el habitual y esperado desfile desde el palacio de los Reyes de Navarra, protagonizado por la Corte del Rey Sancho Ramírez, personaje que hiló toda la programación. El desfile, seguido muy de cerca por el público de todas las edades, recorrió el puente del Azucarero y el paseo de la Inmaculada para llegar hasta la plaza de los Fueros, donde la Corte fue recibida al son de la marcha San Andrés. Se leyó el pregón de bienvenida y el Rey realizó la ofrenda a su séquito con música, canto y danzas.
La ‘Noche Hechizada’, espectáculo que se celebró a continuación, fue la primera gran actuación de muchas que, sin descanso, se sucedieron a lo largo de las siguientes jornadas. Los juegos medievales en la plaza de los Fueros y las atracciones en la de la Coronación, los pasacalles de música y de teatro -algunos de ellos incluso de terror- permitieron cambiar la vida en la ciudad. La estética medieval tenía también su presencia en los comercios y bares y en la vestimenta que adoptaron comerciantes y vecinos.
La Semana fue avanzando hacia un fin de semana copado de momentos especiales. Entre ellos, como destacados, los Mercados de Antaño y la Rúa de los Oficios, que llenaron de puestos de artesanía los barrios de San Pedro, San Miguel, la calle Mayor y la plaza de los Fueros. Miles de visitantes llegaron a la ciudad atraídos por ellos. Además, el fin de semana albergó la cena medieval en Santo Domingo y el Gran Torneo Medieval en la plaza de los Fueros. Estos dos eventos, aunque tuvieron un lugar concreto de realización, mostraron su presencia en las calles a través de sendos desfiles que atrajeron la mirada del público.
La Semana Medieval decía adiós con acordes de despedida en la plaza Santiago el domingo a las nueve de la noche. La Semana dejó paso a la otra Semana de año con mayúsculas, la de las Fiestas Patronales.