
La visita a la exposición de Ascunce es optimista. Es un alegato a la vida. “La exposición muestra lo vegetal, que es lo circular; es decir, lo que se repite, las estaciones, lo vivo”, describía el autor buscando las palabras. La naturaleza que pinta el artista es la que observa en su día a día. Por eso, son paisajes de Navarra, del parque del Retiro en Madrid y de Sangüesa, donde imparte clases de pintura.
El trabajo de 2007 a 2010 y algunos cuadros de 2006 integran la muestra. Son obras que forman parte de grupos. “Yo prefiero hablar de grupos en vez de series, donde una obra es prácticamente igual a la siguiente”, dice Ascunce. Además de estar organizada la exposición por grupos, las pinturas se han ordenado por orden cronológico.
La directora de la pinacoteca municipal, Camino Paredes, y la alcaldesa de la ciudad, Begoña Ganuza, arroparon al artista en la inauguración. “El Museo nos reúne en otra cita cultural de calado. Es una muestra cargada de positividad, un canto a la pintura en tiempos de sombras y desilusión. Nunca como ahora hacer un proyecto como éste fue tan difícil”, decía la primer edil. El agradecimiento era explícito. “Ascunce consigue hacer realidad una utopía: formar la programación en tiempos difíciles. Hay que agradecer a las personas que colaboran de manera altruista”.