
La brigada municipal descargaba días antes dos camiones de palés procedentes del Punto Limpio o donados por Tenerías Omega. Arderían ante la atenta mirada del público en la noche del jueves 28 de junio. El espectáculo de luz, producido por el fuego y reflejado en el agua, daba la bienvenida a unas fiestas en las que no faltaron las chocolatadas, chistorradas, la música ni las actuaciones musicales, como la del grupo ‘Kaleidoscope Trío’, el mismo jueves en la casa de cultura Fray Diego.
La plaza San Martín, punto neurálgico del barrio, lo fue también de la fiesta. La Asociación cuenta con un presupuesto de 3.000 euros para organizar los actos. El sábado comenzó con dianas a cargo de los gaiteros del Aula de Gaita y Tabor por la mañana. Por la tarde, la plaza cobró vida con una chocolatada popular y animación para niños con música, encierro e hinchables. El 29 hubo también misa en la iglesia de San Pedro y, después, chistorrada. A las nueve y media de la noche, bailes con Ibai Ega, seguido de torico de fuego.
El sábado estaba prevista la actuación del grupo ‘Café para tres’, pero la lluvia obligó a cancelar. Se trasladará, previsiblemente, al 27 de julio. En cuanto a la comida popular del domingo que cerraba las fiestas, fueron 90 los comensales que tomaron parte. La iniciativa cumplió su tercera edición.
El presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio de San Pedro, Antonio Aramendía, explicó que la participación de la gente en las fiestas es alta. “Es como un inicio, o un anticipo de las fiestas de Estella, y sirve para calentar motores. Organizarlas cuesta trabajo pero la gente se queda muy contenta y participa. Ver a los demás contentos nos gusta”, explicó.
El presidente añadió que hubo gente en el barrio todos los días, y destacó el éxito de las chocolatadas y las chistorradas para atraer a la gente a los diferentes actos.
Un almacén para guardar el material
El presidente de la Asociación aprovechó para hacer pública una necesidad que tiene el colectivo. Se trata de un local para almacenar material que emplean para la organización de las fiestas. “Son utensilios que vamos adquiriendo, como hornillos y perolas. Como no tenemos donde dejarlas nos las repartimos entre los socios, pero nos vendría bien un pequeño local”, explicó.