La Estella de Retana, en el Museo Gustavo de Maeztu

La Estella de Retana, en el Museo Gustavo de Maeztu

La muestra pictórica, integrada por 24 obras, conmemora el centenario del nacimiento del pintor y se puede visitar hasta el 30 de junio

El Museo Gustavo de Maeztu celebra a través de una nueva propuesta el centenario del nacimiento de Florentino Retana (Vitoria, 1924-Pamplona, 2015), pintor alavés afincando en Navarra y con una fuerte vinculación con Estella-Lizarra, donde desarrolló una parte importante de su obra. La muestra, organizada desde la pinacoteca municipal con la colaboración de la familia del pintor, reúne una selección de 24 obras que muestran la visión de Estella del artista a través de su patrimonio y diferentes rincones, además de su evolución pictórica.

La exposición titulada ‘Centenario de Retana. Estella en su pintura’ reúne en distintos formatos panorámicas de Estella nevada, de la Cruz de los Castillo, de las ruinas de Santo Domingo, de la iglesia de San Miguel, del Puente del Azucarero, del Che y de Santa Clara, ejemplos patrimoniales de la ciudad del Ega, junto a otros escenarios más abiertos como la sierra, la cruz de los castillos o la ribera del Ega. El viernes 3 de mayo, día de la inauguración, numeroso público se daba cita en el evento. Acudió también la familia: la viuda de Retana, la estellesa Carmen Lobo, y los hijos Juan, Floren y Txemi Retana, junto a los nietos.

El edificio de los Reyes de Navarra albergó después de ser cárcel el primer taller artístico de Retana, desde 1957 hasta 1963, año en que la familia adquirió El Pedregal, en el entorno de Oncineda. “Aquel primer taller era un lugar lóbrego, pero mi padre trabajó muy a gusto. Aquí, probablemente, realizaría el primer San Pedro, que se puede ver en la exposición. Es el cuadro más antiguo que conservamos de su colección”, explica su hijo Juan Retana.

Iconografía urbana y paisajes

Juan Retana se dirigió al público asistente para agradecer la acogida en el Museo y para referirse a la selección de obras de su padre sobre Estella. “El hilo conductor podía haber sido la Merindad, pero la iconografía urbana de Estella era más impactante, desde nuestro punto de vista, porque podíamos reunir una cantidad de obra suficiente como para hacer una exposición potente y, segundo, porque nos permitía demostrar su evolución pictórica, aunque un poco mermada. Tenemos menos obra de su última etapa porque mi padre no estaba en Estella y porque el paisaje urbano le constreñía y le podía más el paisaje abierto, los otoños e inviernos, cuando la explosión del color era más grande. Aun así, estamos muy contentos de poder ofrecer una exposición centrada en Estella y su paisaje”, expresó.

El Museo se puede visitar de martes a sábado, de 9.30 a 13.30 h. y de 16 a 19.30 h., y los domingos y festivos, de 11 a 14 h.

La iconografía de Estella tiene mucha presencia en la producción de los primeros años de Retana, lo cual se comprueba en la muestra, que refleja también la evolución del artista. “Desde 1959, cuando pinta el primer cuadro de San Pedro, que posiblemente sea de los primeros que pintó en Estella, hasta los San Pedros pequeñitos rotos detrás de unos álamos, vemos el mismo registro icnográfico, San Pedro, pero con la evolución artística que va desde el clasicismo primero a un expresivismo casi abstracto, en el que el paisaje se rompe y manda el color”.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Estella-Lizarra, Ana Duarte, se refirió a una propuesta expositiva de especial relevancia y carácter “entrañable” porque, aunque alavés de nacimiento, Florentino Retana fue “estellés de corazón”. “Retana fue un pintor que nos regaló no solo una magnífica obra creativa, tambiénevocadores momentos compartiendo cariño y admiración hacia nuestra ciudad Estella-Lizarra. En esta ciudad Retana vivió momentos de emoción de admiración y tensión estética, especialmente en este museo, que hoy le acoge una vez más con tanto respeto y con tanto cariño”, destacó Duarte.

La edil destacó la condensación de dos homenajes en una sola cita. “El que la ciudad de Estella-Lizarra le brindaba a través del Museo Gustavo de Maeztu en el centenario de centenario y el homenaje del propio Retana a nuestra ciudad a través de la selección de obras realizada por sus hijos. Estamos ante un proyecto expositivo de altura, una exposición ambiciosa que reafirma la vocación de este museo de trabajar por y para la pintura”, añadió.

Desde el Museo Gustavo de Maeztu, Silvia Corrales, invitó a la ciudadanía a acercarse al Museo que, además la muestra, ofrecerá durante el mes de mayo otras actividades como una programación en torno al Día Internacional de los Museos, que se celebra el 18 de mayo, un taller artístico de dibujo al aire libre y visitas guiadas a la nueva exposición. La muestra se puede visitar de martes a sábado, de 9.30 a 13.30 horas y de 16 a 19.30 h., y domingos y festivos, de 11 a 14 h.

ENTREVISTA. Juan Retana. HIjo de Florencio Retana

“Mi padre se enamoró de dos cosas, de mi madre y de Estella”

¿Qué significó Estella para Retana?

Estella le acoge. En primer lugar, se casa con mi madre y, en segundo, pictóricamente es el segundo vitoriano que recala en Estella como pintor, llega justo después de que muera Maeztu. Por lo tanto, mi padre se enamoró de dos cosas, de mi madre y de Estella. Decía que paseando por Estella todos los rincones eran dignos de ser pintados y es evidente, viendo esta exposición. Nos faltan en la colección micro paisajes, como la calleja de la Rosa, detalles de arcadas pequeñas, que sabemos que pintó, pero que se vendieron.

Estella significó mucho para él, también por la finca que teníamos, El Pedregal. Desde allí la vista era panorámica de la ciudad y de los montes de alrededor. En el segundo piso un ventanal muy grande permitió a mi padre pintar muchos cuadros. Pintó en El Pedregal hasta 1999, después empezó ya a trabajar el paisaje en su estudio de Barañain.

¿Le gustaba pintar al natural?

Al principio mi padre era de caballete. Conforme va rompiendo con la forma y le da más importancia al color se va haciendo más pintor de estudio. Sus últimos cuadros los pintó con 90 años y están aquí, pintados al natural. Pintaba en horizontal y lo hacía desde el exterior.

Iñaki Lazkoz muestra un ejemplo de su obra en el espacio ‘Sugerencias’

El artista navarro Iñaki Lazkoz traslada al espacio sugerencias del Museo Gustavo de Maeztu su obra titulada ‘441 Singel-Ámsterdam’, un óleo sobre lino creado en 2023 con unas dimensiones de 130×130 cm. El trabajo del artista se caracteriza por la minuciosidad de la técnica y el detalle. Pinta sobre todo temática de arquitectura. La obra expuesta pertenece a la categoría ‘Memorias de viajes’. Se trata de un conjunto de edificios que cuando el artista visita la capital holandesa tuvo la sensación de que le estaba esperando, como si el cuadro ya existiese antes de ser pintado. A esta sensación el autor denomina ‘El síndrome de Iñaki Lazkoz’.

Licenciado en Bellas Artes con especialidad de pintura, estudio en la National Academy of Design de Nueva York, del 2001 al 20002, ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera de España y se dedica profesionalmente a la pintura. Sus obras se encuentran en lugares como el Ayuntamiento de Pamplona, la antigua CAN y diferentes instituciones y empresas privadas, así como personalidades conocidas. Lazkoz tiene su estudio y galería, de nombre Arrigeina, en Abaurrea Alta.

El espacio Sugerencias se puede visitar durante el horario de apertura del Museo Gustavo de Maeztu.

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