Según explicaban desde la propia empresa, la parroquia, propietaria del templo, arrenda el edificio y, la obra, así como los servicios, corren a cargo de Izarra. “Se solicitaron los permisos de obra y actividad al Ayuntamiento de Arróniz y, próximamente, se presentará de manera oficial el proyecto”, expresaba a Calle Mayor, Mikel Idoate, gerente de Izarra. Las instalaciones constan de una sala de visita con todos sus servicios y un túmulo independiente. El interior se ha decorado con la estética propia de la empresa Izarra. “Queremos continuar con nuestra filosofía y en el nuevo local ofreceremos nuestros servicios personalizados al pueblo de Arróniz, principalmente, ya que consideramos importante que las personas se despidan donde han vivido”, concluía Idoate.
La ermita de San Pedro data del siglo XVI y fue modificada en el periodo barroco del siglo XVII. De su interior se ha conservado una talla de San Pedro, ya que el resto de elementos se encontraban en muy mal estado y, con el visto bueno de la institución Príncipe de Viana, se desecharon.
