La Asociación Urpe traslada su arte a la casa de cultura Fray Diego

La Asociación Urpe traslada su arte a la casa de cultura Fray Diego

Una exposición reúne en torno a 40 obras firmadas por seis artistas locales y se puede visitar hasta el 27 de julio

Desde el viernes 20 de junio y hasta el 27 de julio se puede visitar en la casa de cultura Fray Diego de Estella en torno a 40 obras de arte de seis artistas de la Asociación Urpe. Urpe es un colectivo de creadores formado en 2018 que comparte espacio de creación en una parte del edificio de la antigua guardería municipal en el barrio de Lizarra. Su trabajo se acerca al público para disfrute de los visitantes durante buena parte de este verano.

Rubén Galdeano, Mónica Reccio, Mikel Díez, Julio de Íñigo y Maribel Tena ofrecen una selección de obras que muestran su estilo más personal. Aunque no expone en esta ocasión, la estellesa Garbiñe Basarte forma parte también del colectivo desde los inicios. Sí que se puede ver el trabajo de Ruth Layana, que actualmente no está en la Asociación.

La secretaria de URPE, Mónica Reccio, cuenta que la muestra surgió de manera espontánea. “Es verdad que tenemos espacios comunes en nuestra sede, pero todavía no contamos con un lugar adecuado para exhibir. Por eso, uno de los socios planteó la posibilidad de exponer la Casa de Cultura y nos han dado la oportunidad”, explica.

La muestra aúna pintura en acrílico, acuarela, escultura en madera, talla en piedra, trabajos con bolillos y con lana, cerámica, collage y también instalaciones. La temática surge igual de variada: pintura geométrica, retrato, animales y conciencia social. Todo ello, en distintos formatos.

El grupo, formado hace siete años y que dispone de la cesión de espacios en la antigua guardería por parte del Gobierno de Navarra, se mantiene en forma. Mónica Re­ccio explica que, aunque algún socio ha dejado, otros nuevos se han ido incorporando en su lugar. “Estamos en un buen momento, porque han llegado tres artistas nuevos. Contamos todavía con espacio para otros más que quieran sumarse”.

El centro URPE funciona como un taller de co-working en el que cada artista dispone de un espacio propio donde crear. Se genera también un entorno colaborativo en el que los pintores comparten su conocimiento y su manera de trabajar con el resto.

Los nuevos socios han de hacer una aportación de entrada de 600 euros, cantidad que revierte en mejoras y en el funcionamiento de la sede, y un pago mensual de 20 euros, excluido en julio y agosto. “Dentro de la asociación, seguimos haciendo auzolanes para habilitar salas y acondicionar el local”, explica Reccio.

Una de las obras que se puede ver en la exposición, ‘In memoriam’, rinde homenaje a Gustavo Remírez, socio de URPE fallecido.

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