
Igúzquiza iniciaba sus fiestas patronales el viernes 12 de agosto. La localidad se transformaba durante cuatro días con actos para todas las edades. Uno de los más tradicionales, la cena de la cabra, inauguraba la primera noche festiva tras el disparo del cohete a las ocho de la tarde. El sábado, la fiesta de la espuma hacía las delicias de los más pequeños, mientras lo mayores disfrutaban de un lunch. Tampoco faltaron en los días de fiesta toricos de fuego, el circuito ciclista urbano, la final del campeonato de frontenis, los disfraces de niños y adultos y la comida popular de paellas, el lunes. La abadejada y el ‘remate’ de galimba con el Pobre de Mí despedían las fiestas hasta el año que viene.