El viernes 23 sirvió de aperitivo con los primeros actos: pelota en el frontón Remontival, txampi-pote que preparó la peña San Andrés en la plaza San Martín, música en las txoznas y el primer toro de fuego en la plaza de los Fueros. El sábado, día de la juventud, comenzó a media mañana con la salida de la Comparsa, que mostró sus seis gigantes, los cabezudos y caballicos txepes.
Cohete de la Juventud
Tras recorrer las calles, a las doce del mediodía, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos se acercó a la plaza de la Coronación. Eran las doce del mediodía, momento en el que iba a estallar el cohete anunciador de la XV Fiesta de la Juventud de Estella-Lizarrako Gazteria’. Este año la organización de la jornada recaía en la quinta de 1996. Varias de sus representantes –entre ellas, María Fanlo, Sara Sánchez, Sergio Canela y Raúl Ayúcar- fueron las encargadas de prender la mecha ante un nutrido público que lució mayoritariamente la tradicional indumentaria blanca y roja, que cada año toma más protagonismo en las calles durante las fiestas del 25 de mayo.
La fiesta ya había empezado y se hizo notar en la ronda copera, con la charanga Malababa. Otros fueron los momentos que contribuyeron al mejor ambiente, como un taller y exhibición de parkour, el taller de danzas en la plaza Santiago y la actuación del grupo navarro Voces del Ebro en la trasera de la Escuela de Música Julián Romano.
Comida popular para 650 comensales
En la plaza de los Fueros llevaban ya un rato preparadas las mesas que albergarían a un total de 650 comensales. Hacía calor, el sol avisaba de un mediodía caluroso durante la comida popular de la juventud. Llegado el momento los jóvenes no dudaron en sacar los gorros y hasta alguna sombrilla. Fue un final de mandato de la quinta, que en los postres dio el relevo a la siguiente generación que se encargaría de organizar el próximo día de la juventud y otros eventos a lo largo del año. Mientras tanto, otros 200 jóvenes comían junto al frontón Lizarra en el recinto de las txoznas.
La música DJ con Jorge Ciordia, de Ayegui, hizo de transición hasta el encierro que a las seis y media de la tarde cruzó la ciudad, vallada, camino de la plaza Santiago, donde hubo vaquillas. Mientras tanto, en el solar de la Inmaculada se instalaron hinchables para el público infantil y pinta-caras; la barriada del Puy hizo su subida a la basílica del Puy, la sociedad Peñaguda ofrecía un aperitivo y la electro-charanga recorría las calles.
No faltó el Día de la Juventud más música DJ hasta la madrugada y música de mariachis en la plaza de los Fueros y conciertos en el espacio festivo de las txoznas. A la una de la madrugada, el Baile de la Era reunió a los estellicas al igual que ocurre cada noche en las fiestas de agosto.
Salida del Ayuntamiento en Cuerpo de Corporación
El domingo 25 de mayo arrancó con aurora en honor de la patrona. La jornada llegaba con encierrillo, dianas, encierro y suelta de vaquillas en una plaza de toros llena. Una chocolatada en la sociedad Peñaguda entonaba el cuerpo y servía a muchos para esperar el paso del Ayuntamiento en cuerpo de Corporación camino de la basílica de El Puy.
Eran las diez y media de la mañana cuando comenzaba el acto más oficial de las Fiestas con el toque de tambor y de trompeta en la puerta del ayuntamiento. Arrancaba así, puntual, el desfile de participantes que acompañaron a la Corporación. Por delante estaban este año los gigantes de la comparsa, una novedad motivada por su participación más tarde en el Día del Baile de la Era.
Los gigantes esperaban en la calleja de los Gaiteros y comenzaron a salir del zaguán del consistorio ocho parejas de danzaris del grupo Larraiza, seguidas de otras ocho del grupo Ibai Ega. A continuación, otras once parejas del grupo Virgen del Puy y San Andrés, seguidas de catorce parejas txikis de Larraiza y otras seis parejas de adultos de este mismo grupo. El desfile de danzaris mostró el buen momento que el aprendizaje y demostración que los bailes tradicionales viven actualmente en la ciudad.
Tras los danzaris, desfilaban los 31 músicos de la banda de música de Estella, guiados por su director, Isaac Irimia. Seguían los caballicos txepe, los maceros de la Corporación y los cabezudos de la comparsa. Detrás, guiados por el concejal más joven, Carlos Jiménez (PP), que portaba la bandera de la ciudad, acompañaban a la alcaldesa, Marta Ruiz de Alda, los ediles de UPN Ana Duarte, Cristina Pérez, Santos Mauleón, Rafael Villanueva y Azucena Polo; de EH Bildu, Mikel Colomo, Txemi Pérez de Eulate, Irati Barbarin y Maxi Valencia; los socialistas María Sanz de Galdeano e Ibai Crespo y Blanca Regúlez (Geroa Bai).
Homenaje al alcalde de la calle El Puy
Los miembros del Ayuntamiento realizaron una parada a la altura de la sociedad Peñaguda donde esperaba Manolo Jordana Arza, de 83 años, que ese día era reconocido como el ‘alcalde de la calle de El Puy’ con la entrega de unas flores. Acompañado de su mujer, explicó que vivió en la calle desde los tres meses hasta el momento en que se casó. “He pasado toda mi infancia y juventud aquí. Era una vida maravillosa, nos conocíamos todos, cualquiera entraba a cualquier casa, que siempre tenía las puertas abiertas”, recordaba uno de los integrantes de la Cuadrilla del León, organizadora de la primera Pañuelada.
Jordana, quien tuvo diez hermanos de los que solamente queda él, asegura que recibía la noticia del homenaje como una sorpresa que dedicaba a su madre. “No me esperaba este momento. Y hoy me hubiera gustado que lo hubiera visto porque, además de ser de la calle el Puy, era estellica. Mi padre trabajaba como chófer de la estellesa y vivía en Pamplona y mi madre le dijo: “tú te vas donde quieras, pero yo me quedo con mis hijos en Estella”, recordó Jordana.
Tras el homenaje, la Corporación seguía su camino hacia la basílica del Puy, donde se ofició misa mayor. Mientras tanto, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos ofreció un par de coreografías frente a Peñaguda y siguió su recorrido por las calles seguido de numerosas familias.
Las familias tenían otro compromiso en el solar del paseo de la Inmaculada, donde este año hubo una segunda sesión de hinchables. Las tres atracciones y el puesto de pinta-caras atrajeron la atención de los más pequeños durante la mañana.
XV Día del Baile de la Era
Otro de los momentos señalados del programa fue la celebración del XV Día del Baile de la Era, exhibición de bailes tradicionales que organiza el grupo de danzas Ibai Ega. Este año, coincidiendo el día de la Virgen del Puy en domingo, el grupo ofreció su espectáculo por la mañana. A la una y cuarto, los danzaris, acompañados por la banda de música y por la Comparsa, recorrieron en pasacalles el tramo que separa por la calle Mayor el ayuntamiento de la plaza de los Fueros.
Aquí, introducidas por Itxaso Valencia, que ofreció una pequeña explicación de cada una, los danzaris interpretaron diferentes piezas, algunas de ellas acompañados por las tres parejas de gigantes. Numeroso público rodeó la plaza tras las vallas y las terrazas llenas a rebosar se convirtieron en el mejor palco.
La jornada que unió a tres de los colectivos culturales destacados de la ciudad recordó la despedida de los gigantes del jueves de las fiestas de agosto con la participación destacada de los danzaris, que homenajearon el Baile de la Era.
XV Exaltación del Gorrín
El 25 de mayo está ligado en la programación de las Fiestas del Puy al gorrín asado. Desde hace quince años, la Asociación de Comerciantes, Hostelería y Servicios de Estella-Lizarra prepara una comida que reunió este año a 320 comensales en torno a la gastronomía típica de la ciudad. El gorrín se sumó a las pochas, que junto a la ensalada y los entremeses compusieron los platos principales de un homenaje gastronómico que implica a numerosos voluntarios de la Asociación.
Este año, las mesas lucían preparadas y esperaban la llegada de la gente a las dos y media de la tarde en uno de los laterales de la plaza, el opuesto a la sede de la Asociación. El sol apretaba, y algunos gorros improvisados esperaron la llega de la comida, excusa perfecta para el encuentro de amigos, vecinos, compañeros y conocidos. La ya habitual actuación de Chuchín Ibáñez amenizó la sobremesa.
La tarde ofrecía después la actuación infantil de ‘Comiclown’ en la trasera de la Escuela de Música y el encierro que, a las siete, cubrió el recorrido vallado para terminar con suelta de vaquillas en la plaza de toros ante un nutrido público. Los bailables a cargo de los gaiteros del Aula de Gaita y Tambor y el toro de fuego despidieron la programación hasta el año siguiente. El lunes 26 de mayo, festivo local, sirvió a muchos estellicas para ‘recuperar’.