Varios trabajos se han realizado en los últimos días en la Poza del Agua Salada. Se han desmontado el muro y la verja para poder limpiar los sedimentos que impedían el paso del agua desde el manantial hasta la propia poza. El muro se ha rehecho y se ha vuelto a colocar la verja. Tras la obra se vertió colorante para comprobar que ahora sí filtra el agua.
El concejal de Servicios, Jorge Crespo, explicó que para dar una solución integral sería necesario contar con informes técnicos que recomienden una actuación más importante. En ello trabaja también el Área de Desarrollo Rural y Medio Ambiente. “Hemos dado un solución para que la poza se pueda utilizar esta primavera. A largo plazo no va a ser suficiente porque es un espacio natural que tiene su complejidad y no se puede actuar así como así. Los usuarios plantean más mejoras, pero hemos actuado en la medida de nuestras posibilidades”, expresó el edil.