
Una agradable mañana de sábado acogió la cita en el entorno de la plaza Beneficiencia. A las 11.30 horas se realizó la salida de una veintena de participantes en la carrera de 200 metros, que reunió a los más pequeños, hasta los 12 años. Media hora después, los mayores de esa edad participaron en la carrera de 4 kilómetros por el entorno, un recorrido de dos vueltas que se pudio cubrir caminando (en este caso, una vuelta, 2.000 metros) o corriendo (dos vueltas, 4.000 metros). El trazado llevó a los participantes hasta el paseo de La Antanilla.
Los premios consistieron en lotes de productos donados por patrocinadores, fundamentalmente establecimientos de Dicastillo y alguno también de Estella. Se establecieron cuatro categorías: de 0-6 años, de 6 a 12 años, mayores de 12 años masculina y mayores de 12 años femenina.
La jornada permitió el disfrute del alumnado del centro y de familiares y vecinos de Dicastillo. Explica la directora del colegio, Mabel Aquerreta, que la localidad siempre se implica mucho. “A la gente le gusta participar y se crea muy buen ambiente, sobre todo este año que, después de tres ediciones de mal tiempo, hizo bueno. El Ayuntamiento también colabora en la organización y nos cede, por ejemplo, el equipo de sonido”, comentó.
Cabe recordar que la celebración de la cita solidaria y deportiva implica al alumnado y al profesorado ya los meses anteriores. “Requiere mucho trabajo porque somos pocos en la comunidad educativa, pero la gente nos pide esta carrera y, al final, la experiencia compensa por la ayuda que se consigue y por la satisfacción de los niños”.
Hace cuatro años, la carrera ‘Kilómetros de Solidaridad’, arrancó como una manera de dar visibilidad a la escuela rural y se ha convertido en un evento ya fijo en la agenda. El descenso continuado de matriculaciones es una cuestión que preocupa. “Cuando yo llegué al centro en el curso de la pandemia, en el 2019-2020, estaban, creo recordar, 36 alumnos. La tasa va a la baja notablemente, cada año somos menos alumnado y menos profesores”, añade la directora.
En este curso, 13 fueron los chicos y las chicas que iniciaron curso en septiembre, a los que estos días se suman cinco más procedentes de Jódar (Jaén), con motivo de la campaña de recogida del espárrago y la llegada de familias de temporeros al municipio.
En cuanto al claustro, suman cinco los profesores gracias al programa Proa Plus de docencia compartida. “Nuestra previsión es que el próximo curso sean 10 alumnos, porque tres ya pasan al instituto. Actualmente, el Gobierno de Navarra mantiene los colegios con un mínimo de cinco matriculaciones. La realidad es la que es”, añade con cierta incertidumbre la directora del centro con modelo A-G.