
Los jóvenes de la quinta del 95 eran los encargados de organizar un concurso que atrajo a niños y a adultos, a cuadrillas y familias en torno al pasillo que, delimitado por vallas, permitió el desfile ordenado de los diferentes participantes.
Desde el quiosco, la quinta presentaba y animaba durante las dos horas que duró la actividad. Desfilaron autos de choque, jugadores y animadoras de baloncesto con sus canastas, egipcios y trogloditas con carrozas, los personajes de El Quijote; había policías y ladrones, gánsters, frutas y payasos, animadoras, punkis, abejas y unicornios, entre muchos otros seres, animales y oficios que hicieron honor al nombre de este carnaval, variopinto.
Entre los candidatos a los premios, el jurado determinó su fallo: Barbies y Mini-gigantes se llevaron el primer y el segundo premio de la categoría Infantil, recompensados con unas chuches. En categoría Adultos, los premios fueron para la espectacular esfinge egipcia y para los Picapiedra, con 100 y 50 euros, respectivamente. En la tercera de las categorías, familias, unos exóticos pajarracos, con árbol rodante incluido, y un grupo de vistosos autos de coches fueron los mejores con 100 y 50 euros como premios.
Mientras que se desarrollaba el desfile en el centro de la plaza, el público pudo disfrutar de un chocolate caliente acompañado de bizcochos que repartieron representantes de la quinta y también miembros del grupo de ocio de la asociación Anfas de Estella. A las siete y media, terminada la parte más organizada de la tarde, la charanga invitó a realizar una ronda copera con el mejor de sus repertorios. La música seguía también con música DJ. Y la fiesta continuaba en la plaza, en los portales y en los bares de la ciudad.
La organización del concurso de carnaval es una de las aportaciones que la quinta del 95 realiza a la vida cultural de Estella durante su año de mandato. En esta ocasión, la organización de los Carnavales, a cargo de la quinta y de otros colectivos como Festagiro, trajo consigo una subvención cercana a los 7.000 euros para sufragar los diferentes gastos de toda la programación: caldereros, rural y variopinto.
La actividad de la quinta del 95 durante su año
La implicación en el Carnaval con la organización de la tarde de disfraces variopintos es uno de los hitos que asume la quinta del 95 durante su mandato. Echando la vista atrás, tras recoger el testigo de la quinta del 94 el 25 de mayo, en junio los jóvenes nacidos en 1995 realizaron su primera actividad: una fiesta de verano con dos monólogos y música DJ con barra autogestionada. Llegaron las Fiestas de Estella, y asumieron el fin de semana de barra, DJ´s y mariachi durante el fin de semana en la plaza San Martín. En octubre no se pudo hacer la que es habitual comida de la juventud.
En este Carnaval destacó la colaboración de la juventud con las Asociaciones Piel de Mariposa y Ago -Síndromes de Argonauta- mediante la atención de un puesto solidario de venta de productos y colecta de donaciones.
Cada vez quedan más cerca las Fiestas de la Virgen del Puy que, probablemente, sean el siguiente encuentro. En este caso, desde la quinta, integrada por un grupo de 45 personas, comentan que tienen pendiente hablar con el Ayuntamiento sobre los diferentes actos que se vayan a preparar.