El dispositivo implicó a las tres enfermeras y una administrativa del Hospital García Orcoyen, coordinadas por la jefa de Sección Asistencial de Enfermería, Susana Oronoz, y un equipo de doce voluntarios de la DYA y Cruz Roja que, con cuatro ambulancias, colaboraron en el traslado de las personas de movilidad reducida desde sus domicilios hasta el centro de vacunación itinerante, previa cita telefónica. Veintiún días después, en febrero, las personas vacunadas recibirán la segunda dosis de la vacuna.
La Unidad Móvil Polivalente, un camión de cinco módulos diseñado por el Complejo Hospitalario de Toulouse para la atención sanitaria de urgencias y catástrofes en espacio Pirineos, da apoyo a la vacunación en zonas rurales. Su itinerario comenzó en Alsasua-Etxarri y ha pasado ya por otras localidades como Irurzun, Oronoz-Mugaire, Sangüesa, Carcastillo, Peralta, Lodosa y Los Arcos.
Durante mes y medio recorrerá diferentes lugares de la geografía navarra. El camión permite evitar aglomeraciones en los centros de salud y evita posibles riesgos de contagio concediendo, asimismo, una mayor agilidad al proceso de vacunación.
Las personas vacunadas el día 28 en la unidad móvil tuvieron que esperar quince minutos en las proximidades del aparcamiento por si ocurría algún efecto secundario. Para facilitar la espera con comodidad se abrió al público la iglesia del convento de Santa Clara.
Entre las personas que recibieron la vacuna se encontraba María Estrada Aramendía, estellesa de 106 años que acudió al centro acompañada de su cuidadora y dos de sus hijos. Estrada Aramendía aseguró no haber sentido tan siquiera el pinchado y se mostró contenta de haber salido de casa para recibir la primera dosis de la vacuna que permitirá su inmunidad frente al coronavirus.