La obra se realizará en dos fases. Por un lado, la empresa adjudicataria actuará en la marquesina exterior, donde esperan los viajeros antes de subir al autobús. Esta estructura de uralita que protege de las inclemencias del tiempo tiene amianto, aspecto que dificulta la actuación y que requerirá del trabajo de una empresa especializada en su retirada. Por otro lado, se actuará en el interior del edificio, en una superficie de 64 m2 útiles.
Actualmente, el espacio, al que se accede desde el andén, se distribuye en una sala de espera de 31 metros, dos oficinas de otros 30 m2 en total y dos aseos, de en torno a los dos metros cuadrados cada uno. Tras la reforma, el espacio quedará repartido en sala de espera, que mantiene su superficie, una única oficina de 12 metros cuadrados con un aseo pequeño y baños públicos que ocuparán 19 m2.
Los trabajos comenzarán en el interior del edificio, con una reforma integral con demolición de tabiques y actuaciones en suelos y paredes, reparación de los elementos de carpintería y sustitución de cristales por unos trasparentes. Todo esto se realizará mientras se obtienen los permisos para los trabajos en la marquesina que protege el andén. Los nuevos baños públicos de la estación, accesibles, tendrán una entrada directa desde el exterior del edificio.