
El estudio y la medida llegan después de las continuas peticiones de usuarios de la poza al Ayuntamiento. Como es sabido, los niveles de agua son bajos en los últimos años, especialmente desde 2011; incluso en ocasiones se la llegado a secar el caudal. La medida propuesta se completará con la realización de un nuevo sobrante a una cota ligeramente inferior a la captación.
Según el estudio, hay otras posibilidades de actuación que, además de más costosas, serían también más arriesgadas. Los materiales del diapiro en el que se encuentra el manantial del Agua Salada tienen una elevada solubidad lo que, junto a su evolución natural, marcan el funcionamiento hidráulico del manantial.
La intención del Ayuntamiento con las conclusiones del estudio es actuar en los próximos meses en la poza para solucionar el problema.