
Fueron horas de incertidumbre a la espera de la vuelta a la normalidad en un momento central del día en el que lucía el sol y las calles se llenaron de gente. Con motivo del apagón, la Policía Municipal de Estella-Lizarra atendía nueve avisos de personas atrapadas en ascensores como consecuencia del apagón. Las incidencias se repartieron por varias zonas de la ciudad: Fray Diego, Paseo de La Inmaculada, Doctor Huarte de San Juan, Sancho el Fuerte, entre otras. Dos de estos avisos los dieron ciudadanos que se acercaron hasta las dependencias de Policía Municipal para alertar de que había gente atrapada en sus edificios.
Esta fue la principal incidencia de la mañana, según Policía Municipal, junto a los semáforos que dejaron de funcionar en el término urbano. Por ello, se establecieron dos turnos de mañana y tarde de agentes con el objetivo de aligerar el tráfico en los momentos de mayor densidad, como las salidas de los colegios, El Hospital García Orcoyen mantuvo su actividad con la ayuda de sus generadores. Durante la noche, los agentes locales se coordinaron con el resto de cuerpos policiales para, de forma preventiva, vigilar especialmente las zonas industriales.
Algunas de las últimas zonas en restablecerse la electricidad en Estella-Lizarra fueron el barrio de Lizarra, una parte de las viviendas de Fray Diego, bloques aislados del paseo de la Inmaculada y en la plaza Santiago y el barrio de Zalatambor, en San Pedro.
El martes 29 a primera hora de la mañana, el jefe de la Policía Municipal, Rodrigo García de Galdiano, confirmaba no haber recibido ningún aviso de bloques o empresas que todavía siguieran sin luz. Únicamente, reportaba problemas con los servidores de Gobierno de Navarra, pero “la seguridad está totalmente restaurada”.