El sábado 5 de septiembre, el alcalde, el socialista Ángel Moleón, reelegido en las pasadas elecciones municipales, prendía la mecha desde el balcón consistorial, para dar paso a ocho jornadas con los elementos que caracterizan las fiestas del municipio, entre otros, la música de charanga, las vacas, la música de orquesta y el ambiente en la calle. Moleón, que todavía no había vivido el momento privilegiado de inaugurar las fiestas, lanzaba el cohete precisamente por la confianza que el pueblo depositó en su grupo y en su persona al frente del consistorio para los próximos cuatro años.
Las fiestas que Arróniz organiza a lo largo de todo el año cuentan con un presupuesto total de 87.000 euros. Son las patronales de septiembre, las que se llevan la parte del león, unos 60.000 euros. Este año, destacó como principal novedad, la colocación en la plaza de toros provisional que se instala en la plaza del Ayuntamiento de unas gradas para poder ver los espectáculos de manera cómoda. Las han realizado las personas desempleadas que el consistorio contrata para diversos trabajos en el municipio con fondos propios y con ayudas del Gobierno de Navarra. Este año son diez los operarios.
Moleón destacó que, junto a los fondos que el Ayuntamiento destina para hacer realidad el programa, el trabajo e implicación de las asociaciones es imprescindible. Cada colectivo se encarga de organizar un día de fiestas: las mujeres, los jóvenes, y los niños tienen el suyo. En concreto, fue la Apyma del colegio La Balsa la que articuló las actividades que llenaron la plaza en la tarde del lunes.
El lunes acaparó el protagonismo el Ayuntamiento infantil y, por la tarde, los más pequeños del pueblo pudieron disfrutar de un baile dirigido por un grupo de animación, de un concurso de disfraces, una chocolatada con bizcochos y de paseos en ponis. Seguía la verbena infantil, el bingo y el torico de fuego.
La alta participación fue destacada este año en un concurso de disfraces variado. El fallo del jurado se pronunció en favor de una pareja de ‘cup-cakes’, o magdalenas coloreadas, un variopinto grupo de lavadoras y de un grupo de animadoras, en primer, segundo y tercer puesto, respectivamente.
Comidas populares no faltaron en Arróniz. El sábado fue el día de los jóvenes, el lunes organizó la comida la Apyma para los niños y sus familias; el miércoles, la comida con actuación sorpresa la coordinaron las mujeres de la asociación Aranbeltza y el jueves fue el día de la pochada popular, que reunió a más de 500 comensales. Con gaupasa el sábado 12 de septiembre, después de música, torico de fuego y vacas nocturnas amenizadas por la banda Mendizarra, y más música de orquesta, Arróniz despidió sus fiestas hasta el año que viene.
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ENCUESTA FOTOGRÁFICA
¿Qué es lo que más te gusta de las fiestas de Arróniz? ¿Con qué te quedas?
Alain Zabalza Barbarin. 5 años.
“Los toricos de fuego, que hay todos los días menos el primero. Porque me gusta el fuego y porque corro delante”.
Javier Sancho Álvarez. 8 años.
“Las vaquillas. Las veo desde el vallado todos los días que estoy en fiestas de Arróniz con mis padres”.
Elena Sancho Álvarez. 6 años.
“Los hinchables porque salto mucho y me gustan. También las vacas”.
José Antonio Lerga Valencia. 70 años.
“Los vermús, por la música y las jotas. Me gusta el ambiente que se crea a esa hora. También me quedo con las cenas por la noche con la cuadrilla”.
Josu Iturri Montoya. 22 años.
“Me quedo con el ambiente de las vacas, el día de la pochada, que es cuando los jóvenes nos juntamos en el atrio para comer, y el día del cohete. Son tres días largos que cojo con gusto”.
Cristina Echeverría Aramendía. 11 años.
“Las vacas, porque hay mucha animación y mucha gente. Se pone muy buen ambiente y es muy bonito”.