
Una montaña, Monjardín de Deyo, establece un vínculo entre René van der Velden y el matrimonio formado por Bert y Betty van der Meyden. En dos términos colindantes entre sí, Ázqueta y Villamayor de Monjardín, decidían hace menos de un año rediseñar sus vidas. Los tres son holandeses. Los tres, sin conocerse, llegaron a ambos pueblos del distrito de Igúzquiza atraídos por el Camino de Santiago. En ambas historias han emprendido su propio negocio y han tomado decisiones por amor.
René van der Velden cuenta su historia y la explica al peregrino y al visitante en su bar L´Antorcha, ubicado junto al ayuntamiento en Ázqueta, a tan sólo metros de El Camino. Una amplia terraza con vistas a Monjardín y su fortaleza reconforta al caminante, al igual que la barra de pinchos y dulces que aguarda en el interior y que firma la cocinera marroquí Ziner. En Ázqueta, van der Velden, natural de Utrecht y profesor universitario en su país de origen, conoció a Elena.
“Fue el pasado 4 de octubre a Ázqueta. Era un día de mucho calor, quería una cerveza fría y llegué a este bar, pero estaba cerrado. Al otro lado de la calle vi a Elena sentada y le pregunté si tenía una cerveza fría, y conectamos”, recuerda. René decidió quedarse tres días en la casa de peregrinos que la estellesa Elena Murugarren regenta en propiedad desde hace once años. “Le ayudé como voluntario a fregar los platos y a limpiar, y seguí mi camino. Llegué a Finisterre y luego regresé en tren. Pasamos un mes juntos en Ázqueta antes de volver a Holanda.”
Explica René que durante la pandemia en su país el sistema educativo basado en las técnicas digitales le decepcionó. Decidió dejar su trabajo y sumarse a un proyecto, también educativo, en Sudamérica. A su término, emprendía el Camino de Santiago. ¿Quién le iba a decir que su vida se pararía en Ázqueta, un pueblo de medio centenar de habitantes?
“El bar estaba en venta y lo compré con la idea de crear un espacio agradable para el peregrino, donde puedan leer en su propio idioma, escuchar música y hacer un descanso. Estoy muy feliz con todo lo que el Camino me ha ofrecido. Me encanta el pueblo, todo tiene un contexto personal y la gente me ha dado una amable bienvenida”, explica René, de 58 años.
Bert y Betty van der Meyden se conocieron hace 25 años en el albergue del municipio de Monjardín
Van del Velden se queda con la tranquilidad del pequeño concejo y le llama la atención la relación intergeneracional que se produce entre los vecinos y las particularidades a la hora de pedir un café. “Lo piden solo, con leche, en vaso, en copa, frío, caliente, con hielo y sin hielo. Me está llevando tiempo hacerme”, bromea. Y no se olvida de los agradecimientos. “Sobre todo a Elena. Es muy difícil emprender un negocio en un país diferente, sin hablar el idioma. Sin ella, hubiera sido imposible. Soy una persona afortunada”, reconoce.
Una casa de acogida
A tan sólo tres kilómetros de Ázqueta, en Villamayor de Monjardín, continúa la historia personal del matrimonio formado por Bert y Betty van der Meyden. Hace 25 años se conocieron en el albergue municipal de esta localidad, adonde llegaron como voluntarios en un momento en que el establecimiento lo regentaban unos amigos holandeses. Y allí se conocieron.
Tras su regreso a Holanda retomaron sus vidas, donde él ejercía en el ámbito industrial y ella en el de la Medicina. En 2011 un viaje a Mozambique, también de voluntariado, marcó el inicio de un cambio de vida. “Por separado llegamos al mismo pensamiento. Teníamos que volver a Villamayor de Monjardín. Somos creyentes, y teníamos esta misión”, explica Betty van del Meyden.
Dicho y hecho, en 2012 regresaron para regentar el albergue en el que se conocieron. Durante seis años fueron sus hospitaleros y en ese espacio de tiempo nació Anna, su hija mayor, hoy de 11 años. En 2017 la familia volvió a regresar a Holanda y nació Elise, hoy de 8, ambas alumnas del colegio Mater Dei de Ayegui.
Villamayor de Monjardín siempre ha estado en la cabeza y en su corazón. En noviembre de 2023, la familia decidía adquirir una casa antigua en la localidad para habilitarla como su vivienda y como una casa rural dirigida a los peregrinos, también al resto de públicos. Su vida volvía a cambiar. “Durante estos últimos seis años en Holanda siempre hemos sabido que en cierto modo nuestra misión y nuestro hogar están aquí. En nuestro país la vida era muy cómoda y fácil, pero aquí nos sentimos más en casa. Acogemos a la gente, a los peregrinos, que además de equipaje llevan mochilas de su vida. Es una satisfacción atenderles, escucharles. Fue una decisión difícil, sobre todo por las niñas, pero volver era especial. Este pueblo nos ha acogido siempre con amor y sentimos que formamos parte de él”, añade Betty.
La familia van der Meyden se queda con la tranquilidad de Villamayor de Monjardín, con las relaciones personales en el pueblo, con la vida familiar y vecinal cercanas y con el sentimiento de comunidad. René y los van der Mayden son vecinos de la zona y amigos. L´Antocha ha sido lugar de reunión durante los Mundiales de Fútbol y comparten recuerdos y la actualidad de su país.
Localización
Bar L´Antorcha. Calle San Pedro. Ázqueta.
Casa Rural Montedeio. Villamayor de Monjardín. https://www.casaruralmontedeio.com/