Dos ciudadanas de Estella-Lizarra fueron las encargadas de leer el comunicado en el que apuntaban: “El único objetivo del derecho penal está siendo castigar a aquellas personas que mediante la organización social-comunitaria sueñan con conseguir una sociedad más libre, justa, igualitaria y democrática”.
Varias decenas de personas quisieron formar parte de esta reivindicación en la que se instaba a un diálogo abierto entre todas las partes. “Interpelamos al Gobierno de Navarra a que dé una salida inmediata y mediada a este problema, para evitar el castigo contra estas tres personas y evitar las grandes consecuencias para el barrio, y para los jóvenes, que podría causar el desalojo”, añadían.
El comunicado explicaba también la labor que las y los jóvenes han llevado a cabo desde que ocuparon una parte del edificio sin uso “hace más de diez años”. “Diferentes colectivos del movimiento popular han formado parte del proyecto, para encender la llama del gaztetxe a través de: charlas, cine, debate, teatro, talleres, cantautores, pintxo-potes…”.
Apuntaban, además, la importancia de que, siendo un proyecto que surge desde el pueblo, las y los jóvenes han querido cuidar la relación con el propio pueblo, realizando asambleas con el vecindario y tendiendo la mano a cualquier colectivo o