TIERRA ESTELLA GLOBAL – Kristina Azpilikueta – Bristol (Inglaterra) – “Aquí la gente es muy abierta de mente y simpática, lo que da libertad para ser tú misma”

¿Qué razones te llevan a trasladarte a Bristol, Reino Unido?
Una amiga y yo acabamos la carrera y no teníamos claro qué hacer después. Surgió la idea de irnos a Inglaterra para aprender inglés y así tener tiempo de reflexión. Las dos habíamos estado en Bristol previamente visitando a un amigo que estuvo allí de Erasmus, así que no tardamos en decidirlo y llevarlo a cabo.

¿Cómo es tu vida allí?
Tengo una vida tranquila y estable, llena de gente que me importa y a la que le importo, así que me siento como en casa.

¿Cómo es Bristol?
No es una ciudad muy grande, pero lo suficiente para no aburrirte. Está llena de música en directo y arte callejero, lo cual la hace muy acogedora y agradable. Además la gente aquí es muy abierta de mente y simpática, de modo que no te sientes juzgada y te da libertad para ser tú misma.

¿Un día normal en la vida de Kristina?
Me levanto no muy pronto, llamo a algún amigo y, si puedo, voy a desayunar a un café llamado ‘The Bristolian’. Después me voy a trabajar de 12 a 17 h, un turno muy bueno porque me deja la tarde libre y no tengo que cerrar el restaurante. ¡Y me dan comer! Cuando acabo quedo con alguien, si llueve vamos a ‘St. Nicholas Market’ a pasearnos por los puestos y tiendas, si esta soleado nos vamos a tumbarnos en algún parque. Más tarde solemos ir a algún bar a tomar algo y jugar al billar. Luego compramos algo para preparar en casa la cena y, depende de cómo nos sintamos después, puede que vayamos a bares de micro abierto a pasar un poco el rato y disfrutar de la música, o puede que nos quedemos en casa viendo alguna peli.

¿Qué echas de menos?
Sin duda alguna, la comida, la carne aquí no sabe tan bien, y, obviamente, se echa de menos a la familia y amigos; pero me siento afortunada de poder decir que tengo mi propia familia en Bristol.

“No sabía en qué acabaría trabajando cuando me mudé, pero no podía ser exigente por el tema del idioma”

Trabajas en un restaurante, ¿era tu idea cuando te marchaste?
No sabía dónde acabaría trabajando cuando me mudé, pero no podía ser exigente por el tema del idioma. Empecé en un restaurante dentro de un centro comercial y, una vez que me sentí más cómoda hablando y escuchando el inglés, me cambié de restaurante. Sin duda alguna tomé la mejor decisión, pues en ‘Pho’, restaurante vietnamita, hay un buen ambiente de trabajo y buena comunicación en equipo. Además, he ido mejorando y tengo más responsabilidades, remuneradas, lo que me invita a querer seguir mejorando.

¿Qué has aprendido de la cocina vietnamita? ¿La conocías antes de llegar?
Al principio no tenía ni idea, sabía que tenían sopas pero poco más. Cuando empiezas a trabajar en Pho, te dan un libro que has de leer y completar las actividades de las que luego tendrás un pequeño examen. Una vez aprobado, te pagan un poco más y significa que tienes todo el conocimiento necesario para desenvolverte.
La comida vietnamita no es tan picante como la tailandesa y mucho más fresca que la china. Juega con el color, hierbas frescas y verdes, colores brillantes; con el contraste, de temperatura y especias, y con texturas inusuales mezclando lo crudo con lo cocinado o lo tierno y lo crujiente. Está hecha para adaptarse a cada persona, pudiendo customizar tus platos a tu gusto.

Los británicos son los europeos que más comen fuera de casa, ¿son exigentes?
Si y no, los hay de todo tipo, pero dirán que la comida esta deliciosa aunque sea algo simple y corriente. Son muy educados. Lo que sí se nota es que aquí el cliente siempre tiene la razón, aunque no la tenga, y hay que contentarlos y hacer su visita lo más agradable posible, sea invitándoles a las bebidas o invitándoles a todo, si la situación lo requiere.

¿Cuesta encontrar trabajo allí?
Obviamente, todo depende de tu experiencia laboral y de tu nivel de inglés. Encontrar trabajo no es difícil pero hay que estar dispuesto a empezar desde abajo, como lavaplatos o limpiando. La gente de aquí cambia mucho de trabajo y también están los estudiantes, que trabajan todo el verano pero el resto del año solamente unas horas, por lo que siempre hay alguna vacante en algún sitio.

¿Cómo ves tu futuro profesional?
Espero cambiar en algún momento, pero es una buena forma de ahorrar por ahora e invertir en algo a largo plazo. Hay alguna idea en el aire que me gustaría desarrollar y, a ser posible, vivir de ella por el resto de mi vida, pero por ahora no puedo decir más.

¿Dónde te imaginas dentro de diez años?
Ni siquiera puedo imaginarme tan lejos, prefiero vivir el presente y dejarme llevar, que por ahora me ha ido muy bien así. Eso no quiere decir que no quiera que me vaya bien con las cosas que tengo ahora mismo, sino que haré e iré donde sea más feliz.

¿Qué has aprendido durante este tiempo fuera de casa?
Principalmente me ha dado la oportunidad de conocerme más a mí misma y de conocer gente maravillosa de todo el mundo. He aprendido a valerme por mí misma para todo y también que los amigos son familia.

¿Recomendarías la experiencia de salir al extranjero a gente de tu edad?
Absolutamente. Creo que es una experiencia muy enriquecedora en todos los aspectos, te ayuda a abrir la mente y aprendes nuevas culturas e historias, así como a respetarlas.