
La edición de la kalejira del 2024 repetía el formato puesto en práctica el pasado año, cuando Olentzero y Mari Domingi se sumaron a la kalejira en la plaza Santiago. Este año también, el carbonero y su compañera hicieron su aparición a pie por la cuesta Entrañas. Ante las caras de sorpresa de los escolares y el público reunido en torno a la plaza, los personajes mágicos fueron recibidos a las seis menos cuarto con fuegos artificiales, con las boleras que les brindaron los tres grupos de danzas de la ciudad -Larraiza, Ibai Ega y Virgen del Puy y San Andrés- y sendas coreografías a cargo de alumnas de las academias de baile Belarts y Ainhoa Eguizabal.
Hasta la plaza de Santiago habían llegado los grupos de baile acompañando y poniendo notas y coreografías en una kalejira encabezada por el grupo de joaldunak de Lizarra Ikastola. Seguía la banda de música con 27 integrantes y el director interpretando villancicos y el tractor-carroza de Olentzero. El vehículo de honor que trasladó a Olentzero volvía a ser una aportación de Manuel Iparaguirre, un vecino de Aranarache coleccionista de tractores antiguos, que guió al carbonero por la ciudad. Detrás desfilaba la carroza de Mari Domingi.
El alumnado txiki de 0-3 años y el de Infantil ocupaban desde su salida, durante todo el recorrido, el primer tercio de la kalejira, junto con un grupo de panderos y acordeones y las nueve parejas de danzaris del grupo Virgen del Puy y San Andrés. Continuaban la carroza de Olentzero y el alumnado de segundo, primero y tercero de Infantil, por este orden. La fanfarre Alkaburua y 22 parejas de Ibai Ega con los gaiteros daban paso a la carroza del Solsticio de Invierno.
En el tercer tercio de la kalejira iban los txistularis Padre Hilario Olazarán, el grupo de Kantus. once parejas de baile del grupo Larraiza y los gaiteros. Todos ellos arropaban al alumnado de cuarto, quinto y sexto de Primaria. Una última carroza que portaba un belén viviente ponía el punto final a la comitiva.
Tras el recibimiento en la plaza Santiago y una vez que Olentzero y Mari Domingi hubieron subido a sus respectivas carrozas, la kalejira discurrió por la calle Calderería hasta la plaza de los Fueros y siguió después por lo viejo para cruzar el puente del Azucarero y terminar en la plaza San Martín, en el corazón del barrio patrimonial.
En este punto, Mari Domingi y Olentzero saludaron a pie a los cientos de niños que participaron en el recibimiento. Eran las siete menos cuarto de la tarde, cuando una colección de fuegos artificiales, prendidos desde las proximidades de la Cruz de los Castillos, pusieron fin a un acto marcado por el buen ambiente, las buenas temperaturas, la cercanía de los personajes mágicos con los escolares y el trabajo en equipo.
Primer saludo en Larraiza
La kalejira del día 24 fue el plato fuerte de un programa dedicado a Olentzero y Mari Domingi que tuvo otros dos momentos importantes. El primero se celebraba el sábado anterior, el día 20, cuando el Club Montañero organizó un encuentro con el carbonero y su ayudante en el entorno del refugio de Larraiza. Tras la subida, un almuerzo esperaba a los montañeros que esperaban la aparición de los dos personajes mágicos entre la vegetación. Un grupo de niños y niñas se aventuraron a buscarlos, momentos antes de que tomaran asiento y comenzaran a recoger las cartas, a firmar unas pequeñas tarjetas de recuerdo y a repartir caramelos. La jornada mañanera fue el anticipo de la celebración.
El mismo día 24, por la mañana, la plaza Santiago se convirtió en epicentro de una fiesta en la que no faltaron un almuerzo ni los juegos infantiles de Kulki, que permitieron preparar el ambiente navideño y mágico que se viviría apenas unas horas después.