
A las diez de la mañana se abría el mercado de productores artesanos que ocuparon la calle principal que conecta el núcleo urbano de la villa con el trujal Medía, epicentro de la fiesta. A esa hora comenzaba igualmente el reparto de pan tostado para untar después en las bandejas de ‘oro líquido’, una tradición que permitió conocer el sabor del aceite de la nueva temporada y que rinde tributo a la costumbre antigua de probarla en los trujales familiares que existieron en el pueblo.
Durante la mañana, el tránsito de vecinos y de visitantes fue una constante y las filas se nutrían de personas deseosas de mojar el pan en el aceite, incluso previamente untado con ajo. Las mesas habilitadas para la degustación permitieron el encuentro y el intercambio de opiniones sobre un alimento único y básico en la dieta mediterránea. Aunque gran protagonista indiscutible de la jornada, otros fueron también los alimentos que se pudieron probar en la feria, como las pastas locales y el vino de la tierra.
El Día de la Tostada y Fiesta del Aceite en Navarra fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Navarra en 2015. La jornada del pasado 23 celebraba de manera especial la vigésimo quinta edición de la cita, si bien la primera vez que se organizó fue hace 27 años, teniendo en cuenta que dos ediciones no se pudo hacer con motivo de la pandemia.
La casa de cultura de la localidad recibía a las once de la mañana a invitados y autoridades, entre ellos la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, que poco después asistirían a otro de los grandes momentos de la jornada, el XX Capítulo de la Orden y XXV aniversario del Día de la Tostada y Fiesta del Aceite en Navarra. El acto, que se prolongó durante dos horas, se desarrolló en el salón de actos del trujal.
Momentos antes, una zona de olivos junto al trujal era testigo del homenaje que la organización quiso rendir a Alfredo Landa y a Jesús María Astráin, ambos fallecidos, que fueron grandes impulsores del Día de la Tostada. Junto a varios de sus familiares, el vice prior, Pedro Lozano Bartolozzi, pronunció un panegírico.
Ya en el salón de actos, el Capítulo comenzaba con la pieza ‘Al olivo’, del Coro de Voces Graves de Pamplona. Entre el público se encontraba el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, parlamentarios, directores generales del Gobierno de Navarra y representantes municipales y de las entidades locales de Tierra Estella.
El alcalde de Arróniz, Ángel Moleón, se dirigió al público para dar la bienvenida e inaugurar el Capítulo. “Este es un acontecimiento que año tras año nos llena de orgullo y emoción. Y esta 25 edición tiene un significado aún más profundo. No es un año más, sino una historia escrita con esfuerzo, trabajo y mucha dedicación, una historia que sigue viva y nos invita a mirar al futuro con esperanza”, declaró Moleón.
Futuro con oportunidades
El primer edil destacó que gracias al trabajo incansable de las personas que colaboraron desde un principio, “hoy celebramos con orgullo la riqueza de nuestra tierra”. “Una celebración del pasado, presente y futuro porque el futuro en Arróniz es brillante, un futuro lleno de oportunidades para las nuevas generaciones que pueden crecer. Celebramos el 25 aniversario con alegría y esperanza. ¡Viva Arróniz!, ¡viva su gente, su aceite y el futuro que estamos construyendo juntos!”, añadió.
Acto seguido Moleón dio paso al pregonero de este año, Humberto Bustince Sola. Bustince es actualmente director científico del Centro de Investigación de Inteligencia en Artificial de Navarra-NAIR y uno de los investigadores del mundo más influyentes. Natural de Ujué, está licenciado en Físicas, es doctor en Matemáticas y catedrático de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la UPNA.
Bustince agradeció el honor de abrir el capítulo y relacionó el año 1992 con el nacimiento del trujal Mendía y con la lectura de su tesis doctoral, dirigida por Pedro Burillo López, el que fue primer rector de la UPNA. “Mi intención era hacer una tesis especial en Lógica Cuántica y Pedro me dijo no, que mejor algo relacionado con la lógica impresionista difusa. Esto se trata de representar la intuición para que nuestras máquinas, la inteligencia artificial de hoy, puedan representar la intuición y la contradicción, programas para algo que 40 años después está siendo muy famoso. Con esto quiero dejar bien claro la capacidad de visión a futuro de Pedro Burillo. Tuvimos la suerte que en año 1993 se publicó en una revista importante nuestro trabajo y unos investigadores de Estados Unidos utilizaron esa teoría para medir la cantidad de medicamento a administrar a un paciente con bipolaridad, y empezamos a tener muchas referencias. Pedro Burillo, Victoria Mohedano y yo montamos el grupo de investigación en IA y Razonamiento Aproximado para estudiar la fusión de datos para tomar una decisión, y en eso hemos llegado a ser uno de los tres primeros grupos de investigación de Europa y unos de los cinco primeros del mundo. Yo no hubiera hecho nada sin Murillo, Mohedano y el equipo de investigación que montamos en la universidad. Grupo que ha conseguido cotas increíbles en investigación en fusión de información”, describió.
Desde el corazón
Cambiando de tercio, el pregonero insistió en hablar desde el corazón y vinculó su infancia con el aceite. También descubrió que su primer impulso para escribir su discurso fue pedírselo a ChatGPT. “Me di cuenta que no podía escribir algo mío después de eso, que caía continuamente en el ChatGPT. Es una realidad que tenemos aquí”.
Acto seguido el alcalde Ángel Moleón le impuso la oliva de oro al pregonero y comenzó el XX Capítulo de la Orden y XXV Aniversario del Día de la Tostada y Fiesta del Aceite en Navarra. Fueron nombradas las personas que reconocidas y que siguieron el protocolo y juramento a la Orden: la familia de Jesús Mari Astráin, Gran Prior de la Orden de la Oliva de Navarra y gran impulsor de la jornada; la familia de Alfredo Landa, Gran Prior de la Orden; Margari San Juan, que pronunció el primer pregón del Día de la Tostada; Pastas El Molinero y Conservas Iturri, artesanos locales y miembros de la Orden de la Oliva de Navarra, por su valiosa contribución; Pacharán Azanza y El Bordón Embutidos, artesanos que acompañan desde el principio; Silvestre Alegría Echeverría, entonces presidente del Trujal Mendía, miembro de la Orden y alcalde; Antonio Barbarin Garisoáin, miembro de la orden y alcalde capaz de crear el evento; Fermín Esandi Santesteban, gerente del trujal Mendia y miembro de la Orden; Pablo Echeverría Ajona, ex secretario del Ayuntamiento y miembro de la orden, comprometido desde el primer día.
También se nombró Entidad de Mérito a la Asociación Restaurantes del Reyno, representada por su presidente, Mikel Idoate.
El acto continuaría con la Coral de Voces Graves de Pamplona y con la entrega de los premios de los cuatro concursos –fotografía, relato, postres y aceitunas- que promocionan el aceite y la oliva de Arróniz. La fiesta seguía también en la calle con un día excepcional en el municipio.
El litro de aceite virgen extra cuesta esta temporada en el trujal 5,5€
El trujal Mendía de Arróniz lo integrado actualmente más de 5.000 socios. Esta campaña, se han recogido 10 millones de kilos de oliva y se han producido 1,92 millones de litros de aceite, que se venden en el trujal a 5,50 euros/litro de virgen extra.
La pasada temporada, la del 2023, ofrecía datos de record con 11,38 millones de kilos y una producción de 2,3 millones de litros. “Este año la producción ha sido de 1,4 millones de kilos inferior, que se debe fundamentalmente a la climatología y a las condiciones de la campaña. Suele ocurrir también que, tras un año de muchos kilos, en el siguiente, baja el número de kilos y el rendimiento de la oliva”, explicó el presidente del trujal, Pedro Luis González.
El aceite del trujal Mendía, de calidad excelente, es entre un 80% y un 90% de variedad Arróniz.