Desde la ORVE de Tierra Estella -Oficina de Rehabilitación de Viviendas y Edificios creada en 1986 y gestionada por la Mancomunidad de Montejurra-, la responsable del Servicio de Vivienda, Ana Rodríguez Aizpurua, con más de 30 años de experiencia en la materia, orienta a la ciudadanía sobre las ventajas de la rehabilitación y la mejora de los edificios como una opción atractiva, viable y de compromiso con el territorio.
En la búsqueda de una vivienda, ¿la rehabilitación es hoy en día la primera opción?
No es la primera opción de la gente, pero es una opción muy válida. Rehabilitar implica que algo que ya existe, sea una vivienda o un almacén, lo que sea, está ya construido sobre un suelo generalmente urbano. Pongamos el ejemplo de un almacén, esta construcción ya tiene clasificación de suelo urbano, por lo que se puede recuperar ese suelo con un uso. Esta posibilidad puede dar juego, en un momento dado, a crear una vivienda; de hecho, las ayudas de rehabilitación ofrecen esa posibilidad. Alguien que quiera comprar puede comprar suelo dentro del pueblo bien para construir algo nuevo o para rehabilitar lo que existe.
Tras la burbuja inmobiliaria y la pandemia, ¿se ha intensificado el interés por rehabilitar?
Estadísticamente, se está viendo en auge, va a más. La burbuja inmobiliaria produjo un parón muy grande en materia de rehabilitación. Fue durante los años de la crisis, desde 2008, cuando se implementaron mucho las ayudas a la rehabilitación para incentivarla y alcanzó unos números muy buenos, los mejores de los últimos quince años, hasta que en octubre de 2010 se quitó una de las ayudas y, de los 500 expedientes tramitados en Tierra Estella, se fue bajando hasta los 72 en 2016.
El decreto actual de ayudas, de 2016, hizo que los números volvieran a subir hasta los 265 en 2017 y éste es un número que más o menos se ha ido mantenido, con un repunte en 2022 por las ayudas europeas. A día de hoy, estamos en 191 expedientes, aunque el número crecerá durante este mes de diciembre porque el final de año es un momento fuerte en solicitudes de subvención.
¿Cuál es el perfil de la persona que se informa sobre la rehabilitación en Tierra Estella?
En lo que vamos de este 2024, podemos decir que un 60% de las 2.171 consultas que se han recibido en la oficina las hicieron personas mayores de 65 años, un 16% tenían menos de 35 años y el 24% por ciento restante estaba en la franja de 35 a 65 años. Me atrevo a decir que el perfil mayoritario de nuestro usuario es de los 75 a los 80 años. Por otro lado, nuestros datos también nos dicen que el 31% de las consultas ofrecidas este año han sido consultas nuevas, de las cuales surgen los expedientes de rehabilitación que se convierten en ayudas. Un 25% del total de las consultas ha estado relacionado con cédulas de habitabilidad, normalmente vinculadas con la compraventa de vivienda, y el 44% restante son otras.
Ante una disponibilidad de suelo limitada en Estella para la nueva construcción, ¿la rehabilitación puede dar soluciones?
En el momento que tienes un edificio o una parcela en suelo urbano ya tienes mucho ganado. Simplemente hay que ver qué se puede hacer ahí. Siempre que hay suelo urbano o un edifico construido hay que verlo en términos positivos.
Rehabilitar siempre es más sostenible
¿Cuál es la situación de Tierra Estella hoy en día en términos de rehabilitación? ¿Hay más interés por rehabilitar en un núcleo urbano, como es Estella, o en un pueblo?
Los pueblos tienen mucha actividad y el ‘boca a boca’ funciona mucho. En la comarca hay movimiento. Tierra Estella tiene una superficie muy grande y abarca la tipología de todo Navarra porque en la zona norte, en los valles de Yerri, Guesálaz y Améscoa, las construcciones son casonas grandes de piedra y con madera de roble, y te vas a la ribera y la fisionomía de los pueblos cambia por completo, como ocurre en Navarra. Los pueblos son núcleos más grandes y más concentrados. A la hora de rehabilitar hay movimiento en todas las zonas, quizá algo menos en Améscoa. En la zona de Andosilla y de Lodosa, muchísimo.
En Estella hubo un boom en reformas de instalación de ascensor en edificios colectivos. Muchos no tenían ascensor y, poco a poco, se han ido poniendo. Ahora más recientemente, este boom ha llegado a otros sitios, como a Lodosa. En esto, la edad de las personas tiene mucho que ver.
Por dar unos datos, en lo que va de año llevamos nueve expedientes de accesibilidad, es decir, de instalación de ascensor o elevador, en vivienda individual, y si hablamos de ascensores en comunidades, son 17, que es un buen número.
Los cambios de ventanas es una cuestión que genera mucho movimiento: a día de hoy suman 84 expedientes, casi la mitad del total. Cuando hablamos de cambios de ventanas en comunidades ya estamos hablando de una mejora en eficiencia energética. También tenemos seis expedientes de envolvente térmica, que ya incluyen el cambio de ventanas.
¿Cómo ha evolucionado la rehabilitación en los últimos años en términos de sostenibilidad, eficiencia y accesibilidad?
Con respecto a la eficiencia y la accesibilidad, la gente tiene conciencia y se interesa por qué se puede hacer para mejorar ambas cuestiones, tanto de manera colectiva en comunidades como individual. Por el contrario, en términos de sostenibilidad no se piensa, y debería tenerse en cuenta porque no es lo mismo construir algo nuevo con materiales que vienen de lejos que hacer una rehabilitación, que tira de kilómetro cero y genera trabajo en el entorno próximo. Rehabilitar siempre es más sostenible.
¿Por qué una persona toma la decisión de rehabilitar?
La gente se interesa cuando tiene el problema en casa. Pocos se cuestionan hacer un tejado hasta que aparece la gotera, o no se atacan las termitas hasta que llegan, o no se piensa en barreras hasta que hay que subir el carro de compra o el carrito del niño, o cuanto se sufre una lesión. Esto es así, pero se debería actuar de manera preventiva.
En este sentido, desde 2016 existe la obligatoriedad de que las construcciones con más de 50 años tengan el Libro del Edificio. Estos documentos están sirviendo para que las comunidades y los propietarios de vivienda individual tomen conciencia de cómo está su propiedad, de que quizá haya que arreglar y, entonces, piensan en las ayudas. Lo importante es que la gente sepa que la Orve está aquí, que vengan, y se informen de primera mano si hay alguna ayuda.
¿Puede existir cierta dejadez, como si un edificio no fuera responsabilidad de sus propietarios, especialmente en una comunidad de vecinos?
La mayor inversión que una persona hace en su vida es la vivienda y ocurre en muchos casos que una vez que se compra no se mantiene, hasta que pasa algo. Sin embargo, un coche, que es un gasto que se hace varias veces a lo largo de la vida y un bien que se devalúa en cuanto sale del concesionario, recibe mantenimientos y revisiones continuas. Por el contrario, la vivienda no pierde valor y puede llegar a caérsenos encima.
Estos libros de evaluación son muy interesantes y, de hecho, en el momento que se pide la cédula o ayudas de rehabilitación, si el edificio está obligado a tenerlo, lo solicitamos. El libro va indicando qué actuaciones hay que hacer y en qué tiempos.
¿De qué manera la rehabilitación lucha contra la despoblación?
Hemos participado en algunas jornadas sobre este tema. Cuando vas por los pueblos se ve mucho edificio cerrado, pertenecen a familias que viven en el pueblo o fuera de él. Sería interesante que la gente joven se informe sobre esos edificios para ver si están a la venta y valorar posibilidades como, en un momento dado, juntarse con otros amigos y crear comunidades de vecinos. Entre la gente joven se ve una tendencia de comprar para vivir en el pueblo. Hay muchas alternativas, muchas posibilidades en los pueblos. Nuestras oficinas, como digo, están abiertas para ayudarles a explorarlas.
¿Es accesible la rehabilitación en términos económicos o ésta es una cuestión que disuade?
Las ayudas son las que son. Ha habido tiempos mejores en los que había más ayudas y otros en los que prácticamente no había nada. Las ayudas actualmente, en el mejor de los casos, en una vivienda unifamiliar son 26.000 euros a fondo perdido y en un piso en vivienda colectiva de 13.000 máximo. La ayuda máxima es del 45%, que la pueden obtener las personas mayores de 65 años y los menores de 35 años, en función de la declaración de la renta. Si tienes una inversión de 100.000 euros, 26.000 está bien.
¿Cubre la oferta de ayudas la demanda presentada?
Expediente que entra es expediente que se tramita. Si va al departamento de Vivienda es porque tiene nuestra aprobación y con muchas garantías de que no haya problema. Denegaciones este año no llega a haber. Y estas ayudas forales, a diferencia de las ayudas europeas, van contra presupuesto, no se acaban.
¿Qué ventajas tiene la rehabilitación frente a una nueva construcción? ¿Por qué rehabilitar es una buena opción?
Por identidad, por mantenimiento del entorno urbano, por actividad económica, por recuperar el patrimonio, porque fija población. Hace años hablábamos de que la rehabilitación era el futuro, ahora la rehabilitación es el presente. Como decía al principio, la rehabilitación no es la primera opción de la gente, pero es una opción muy buena.
Dos líneas de ayudas del Gobierno de Navarra a la rehabilitación
Ayudas permanentes para la rehabilitación de viviendas y edificios
Son ayudas para obras de reparación, mejora y adecuación de viviendas y edificios de viviendas para: supresión de barreras arquitectónicas, instalación de ascensor, mejora de la envolvente térmica, mejora de la eficiencia de las instalaciones térmicas, instalación de calefacción, adaptación de habitabilidad y adaptación para personas con discapacidad. Se rigen por la Ley foral
10/2010 del 10 de mayo y por el Decreto Foral 61/2013, de 18 de septiembre, modificados por L.F.22/2016 Y L.F. 28/2018.
Beneficiarios
– Personas físicas con determinado rango de renta.
– Comunidades de vecinos.
– Personas físicas y jurídicas que destinen
su vivienda a alquiler al menos 5 años.
Requisitos
– Antigüedad del edificio de 20 años.
– Vivienda destinada a residencia habitual y permanente de empadronados.
– Renta de alquiler limitado.
Subvenciones:
– Envolvente térmica: entre 6.000 y 7.500 €.
– Supresión de barreras: entre 3.000 y 13.000 euros.
– Instalaciones térmicas comunitarias: hasta 6.000 euros.
– Unifamiliares y Áreas de Rehabilitación
Preferente: hasta 26.000 euros.
– Viviendas destinadas a alquiler: hasta 12.000 euros.
Ayudas permanentes para la rehabilitación de viviendas y edificios de entidades locales y promotores públicos con destino al arrendamiento
Se regulan por la Ley Foral 20/2022, del 1 de julio.
Beneficiarios. Entidades locales y promotores públicos.
Requisitos. Antigüedad del edificio de 20 años. Destino de las viviendas al régimen de arrendamiento durante los siguientes 15 años.
Subvenciones. Viviendas destinadas a alquiler, rehabilitadas o creadas: hasta 60.000 (75%).
*Toda la información y detalles en las oficinas
de la ORVE Tierra Estella.