De esta manera, el número máximo de locales al que estas personas con discapacidad pueden acceder se cifra en 241 locales, lo que supone un 41% del total. De ellos, el 30% son accesibles y el 11% restante son locales con acceso practicable. El resto, lo que supone un 59% no son accesibles; no obstante, en este apartado el colectivo marca una diferenciación entre los fáciles de adaptar cuyo número asciende a 126 –sólo requieren una pequeña obra de albañilería- y los que requieren de una intervención de mayor envergadura para poder ser accesibles, afectando a 220 locales. Esta realidad pone de manifiesto, tal y como afirma el arquitecto y artífice del estudio, Miguel Martínez de Morentin, que “estas personas no hacen uso de los locales que eligen, sino de los que pueden acceder”.
El estudio se limita a las calles comerciales y se ha divido en siete zonas de características homogéneas: inmediaciones de la iglesia San Miguel, la plaza de los Fueros, calle Mayor y plaza de Santiago, Paseo de la Inmaculada, avenida Yerri, ensanche de Los Llanos y calle Fray Diego. Para su realización, se han contemplado parámetros como existentita de escalón en el acceso, condiciones de la rampa de acceso, existencia de escalones en el interior del portal, posición del timbre y dimensiones de paso y maniobra.
Problemas para los discapacitados visuales
El trabajo también ha analizado, teniendo en cuenta parámetros como la ubicación clara y contrastada de la puerta de acceso y tirador, la diferenciación de cristales y las superficies reflectantes, las condiciones que afectan a los discapacitados visuales. Así, se han detectado problemas en 205 locales, lo que supone un 35% del total. Además, el estudio pone de manifiesto que los locales construidos en los últimos años presentan mayores problemas para el colectivo de discapacitados visuales. Precisamente aquí, Amife hace un llamamiento para “la creación de unas recomendaciones y su traslado a las ordenanzas municipales”.