La entrega de las medallas se hizo, como es habitual, al término de una eucaristía en la iglesia de San Cosme y San Damián. La imposición corrió a cargo de diferentes familiares de los condecorados por su actitud solidaria.
Desde que se celebra la fiesta de los donantes en Dicastillo, todos los años nuevos socios han recibido su homenaje. El presidente del colectivo que engloba en la localidad de 704 habitantes a 155 vecinos, Miguel Azcona, apuntó que es una circunstancia muy positiva porque muestra que el colectivo está muy activo.
De hecho, de los 155 socios, 135 donan por lo menos una vez al año. “La media de donaciones de sangre es de cuatro al año pero de aféresis se puede donar todos los meses”, explica Azcona. Por eso, él mismo, donante tanto de sangre como de aféresis, se encuentra a tan sólo un paso de recibir la doble medalla de oro por cien donaciones. Hasta la localidad de Tierra Estella se acerca el autobús de Adona tres veces al año, aunque la mayoría de sus socios se desplazan también a Estella e incluso Pamplona.
Ocho son los nuevos donantes inscritos en el colectivo este año, cifra que sirve para compensar las bajas que van surgiendo. El presidente del colectivo de Dicastillo anima a la gente joven a colaborar con la causa, tan necesaria para nutrir el banco de sangre de Navarra. El límite de edad para donar son los 65 años, aunque si el donante se encuentra bien de salud, puede seguir haciéndolo hasta cinco años más.
La fiesta de los donantes de Dicastillo siguió con una degustación de rosquillas de San Blas amenizada por la banda local, Bizkarra, y culminó con una comida popular para 50 personas en el salón parroquial.