
Cabe recordar que la NA-122 es un eje de comunicación importante en la zona de Tierra Estella, que une Estella-Lizarra con Cárcar y registra cerca de 4.400 vehículos diarios en el tramo de la variante de Allo, de los que un 10% se corresponden con vehículos pesados.
Los trabajos los visitaron in situ el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, y la alcaldesa de Allo, Susana Castanera. Para llevar a cabo las obras ha sido preciso adaptar todas las conexiones de cada ramal con la glorieta. Esta solución permite reducir la velocidad en ambas rotondas, facilita los movimientos de acceso y salida en cada vía y contribuye a minimizar el riesgo por colisiones frontolaterales.
Durante los últimos años, el Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras, ha realizado diferentes mejoras en la carretera para disminuir la siniestralidad de esta variante. Se han instalado nuevas señales, bandas sonoras en el pavimento o señales iluminadas para recordar la limitación de velocidad del tramo. Con la conversión de ambas glorietas partidas en rotondas se ha buscado dar una solución definitiva a la vía.
Dos accidentes mortales desde 2008
Desde su apertura al tráfico en 2008, en la variante de Allo se han producido dos accidentes mortales. La mayoría de siniestros ocurrieron en las dos intersecciones sobre las que ha actuado, en un tramo limitado a 70 kilómetros por hora. La conexión con las carreteras NA-6340 (Allo-Ancín) y NA-666 (Allo-Sesma) se realizaba mediante glorietas partidas y la principal causa de accidentes eran las colisiones entre vehículos que circulaban por la variante y los que, desde las otras dos vías, accedían a la intersección después de realizar un stop.